UNIÓN ADARVE 1-3 ALCORCÓN B | Dos minutos para la gloria

El Alcorcón B sigue haciendo historia en esta 2019/2020. A su mejor clasificación final (a pesar de la no disputa de las diez últimas jornadas), le une el pase a la final por el ascenso a Segunda B. Todo ello a costa de un Unión Adarve que se adelantó en el marcador, pero que vio como se le esfumaba el sueño en un abrir y cerrar de ojos cuando mejor estaba.

De inicio salió mejor el filial. Con más balón, moviéndolo con fluidez, dominando la situación, y jugando en campo contrario. Como si no hubiese parado de competir estos cuatro meses de pandemia. Merodeando el área defendida por Carlos, pero sin profundizar ni finalizar. Todo hasta que en un córner botado la izquierda, Llario cabeceó fuerte al segundo palo, hasta donde llegó el meta rojinegro para evitar el tanto amarillo.

El Adarve resistía las acometidas alfareras, y en una prueba de su fe infinita inagotable, al contragolpe, se adelantó en el marcador. El jugar con la defensa tan adelantada jugó una mala pasada a los de Jorge Romero, puesto que Capdevila tirando de veteranía y saber estar, ganó la posición a los zagueros alcorconeros, adelantándose con el movimiento cuando le enviaron el balón en profundidad. Tras controlar el esférico, el ex del Xerez se plantó solo ante Mena, y con una tranquilidad y calidad tremendas, definió por bajo junto al palo, por donde más daño se hace a los porteros.

El gol fue un palo duro para los jóvenes jugadores alcorconeros, lo que aprovechó el Adarve para hacerse con la manija y el peso del partido. El equipo de Vázquez tenía el partido donde quería, aunque todo pudo cambiar justo antes del parón para hidratación. De nuevo en un córner, el filial pudo anotar, al escapársele el esférico al cancerbero Carlos. El balón suelto le cayó por sorpresa a Alexander, que forzado sin esperarse el error del meta, remató como pudo en el área chica, enviando el balón por alto.

En el último cuarto de hora del primer tiempo, se equilibraron las fuerzas. Los dos equipos disputaban una bonita batalla por el balón, y tuvieron una opción clara por bando para marcar. Primero golpeó el cuadro del Barrio del Pilar, por mediación de Miguel Herranz, al aprovecharse de un mal rechace de Mena; que el propio guardameta enmendó. Por parte amarilla, Llario de nuevo la tuvo desde la frontal del área, topándose con Carlos que atrapó el esférico.

La segunda mitad comenzó con cambios. Jorge Romero hizo una doble sustitución, quitando a Marvin y Lorente, dando entrada a Gabri y César Gómez, siendo un cambio de cromos sin variar la táctica. Un doble cambio que de inicio pareció no sentarle bien al filial, puesto que de inicio se hizo de nuevo con el control del partido y del balón el Unión Adarve. Un dominio sin fruto, puesto que no creaban peligro sobre la portería de Mena.

Y al igual que ocurrió en el primer tiempo, cuando mejor estaba un equipo, recibió el mazazo de gol en contra. Y en este caso fue peor para el Adarve, puesto que en dos minutos vio como el Alcorcón le daba la vuelta completamente al marcador, y con ello a la eliminatoria. En el cincuenta y nueve fue Llario el que batió a Carlos, rematando desde el punto de penalti, como cazagoles, tras recibir un buen servicio desde la banda diestra del recién ingresado en el terreno de juego Gabri. Y dos minutos después, fue Edu Viaña el que desde el pico del área grande clavó el balón en la escuadra.

Encajados los dos goles, Vázquez movió el banquillo, retirando a Herranz y Capdevila por Quique Sánchez Flores y Mario Sánchez. Y ya fuera fruto de los cambios, o del marcador adverso, el caso fue que el Unión Adarve volvió a tener el partido donde lo tenía antes de los dos goles. Jugando en campo rival, aunque merodeando el área sin crear peligro. Pero con una diferencia, y fue la de los huecos atrás, producto de los nervios y la precipitación, dando varias opciones a los amarillos para matar el partido.

En los últimos minutos, el partido se convirtió en un emocionante correcalles. El balón iba de un área a otra con criterio, y sobre todo con peligro. Más por parte del filial, que tuvo más opciones y mejores para matar el partido, que un Adarve que parecía un punto más bajo físicamente y sobre todo que andaba totalmente roto.

Al final, en el sexto de añadido (se habían dado cinco), con todo el Adarve en campo rival tras una falta, César Gómez hizo el tercero y definitivo. Y ésta vez más que nunca, puesto que tras introducir el balón en la portería rival, Morona del Campo decretó el final del encuentro; clasificándose así el filial para la gran final, a disputar frente a sus vecinos del Navalcarnero.