TRES CANTOS 0-0 F. PROMESAS | El Tres Cantos sobrevive a una imprudencia

El Fuenlabrada Promesas continúa en plena cuesta de enero. En el Jaime Mata, ni con uno más durante 50 minutos fue capaz de marcar (y ganar) el cuadro azulón, que, eso sí, terminó en inferioridad numérica por las expulsiones de Ivi y Sopale en el tramo final. El Tres Cantos resistió con un gran trabajo defensivo a un error en la salida de balón que desencadenó la roja a Dani Barroso por cortar una ocasión manifiesta a la media hora de juego. Los tricantinos siguen en la zona roja, pero en alza.

Hubo tres expulsiones, dos de ellas por roja directa, pero no fue un partido duro. Se disputó con gran intensidad, aunque de forma noble por parte de ambos conjuntos, que querían volver a reencontrarse con la victoria. En el caso de los tricantinos, por ser ante su público y ante un equipo del play-off, lo que siempre produce mayor motivación. Los visitantes, porque la última vez que festejaron fue hace más de un mes y medio, lo que ha provocado que Las Rozas y Alcalá le hayan dado caza.

Sebas Martínez de Pinillos, sancionado por ciclo de amonestaciones, contó con dos importantes refuerzos… pero solo para la primera mitad, algo que, seguramente, estaría pactado de antemano. Stephen Buer y David Amigo ‘bajaron’ del primer equipo para echar una mano al filial. Y ambos justificaron su presencia en el Promesas en esta fría noche de miércoles. Amigo ejecutó el único lanzamiento entre palos de los visitantes en la primera mitad (lo rechazó Paredes con seguridad), mientras que Buer, además de recuperar y provocar la expulsión, trabajó mucho en la presión cerca del área rival.

Hasta que el Tres Cantos se quedó con diez, se vio un encuentro muy reñido, pero técnicamente poco vistoso. Propuso más con la pelota el Fuenlabrada Promesas, sobre todo por la banda izquierda, la de Kevin Manzano. Sin embargo, la presión ejercida por los dos conjuntos convirtió el duelo en algo atropellado, con poco control y demasiado juego directo. Realmente, hubo más acciones finalizadas por ambos que situaciones claras. La más prometedora de los visitantes fue la ya mencionada de Amigo, mientras que los locales tuvieron en las botas de Gonzalo Bernardo, a los 19 minutos, la más peligrosa, un tiro que no se marchó muy lejos de la escuadra.

A raíz de la roja por el error entre Rubén Muñoz y Dani Barroso en la salida de balón, Chema Hidalgo ordenó a sus hombres en un 4-4-1, con Bassim que pasó a hacer las veces de jugador más posicional de la medular. El técnico tricantino quería a toda costa el empate al descanso y así se llegó, además sin demasiado sufrimiento. Solo la falta de la expulsión (lanzada por Kevin directamente alta) y un centro muy pasado de Blanco escasos minutos después pudieron poner en algo de aprietos a un Carlos Paredes que vivió un primer tiempo tranquilo, al igual que Ñete.

El segundo tiempo fue más movido, en todos los aspectos. El Fuenlabrada Promesas estaba llamado a empujar contra la meta tricantina, no obstante, no hubo ningún tramo de verdadero sofoco para el Tres Cantos, que resistió sin acularse los diez hombres en su campo, aunque sin ejercer una presión alta. La primera oportunidad de peligro de la reanudación, de hecho, perteneció a los locales. El rechace de un disparo desde la frontal le cayó a Adrián Bravo, que, quizá, sin dar crédito a la situación tan ventajosa de la que gozaba, remató inocentemente a las manos de Ñete. Respondió el filial azulón con un tiro de Kevin al poste, en una acción en la que Carlos Paredes parece que pudo hacer más.

Los de Sebas Martínez de Pinillos fueron acumulando posesión del esférico, aunque sin culminarlo con peligro ni con la sensación de moverlo con cierta fluidez como para desgastar a un rival en inferioridad numérica. Así pues, las ocasiones del Fuenla surgían de lances de las botas de Kevin, sobre el que volcaron más juego, de estrategia (centro de Yanike y testarazo de Elo a las manos de Paredes) o, menos habituales, en jugadas con espacio, como la que se quedó al borde de materializar en el 0-1 Blanco a pase de Valverde. Nacho Barroso incomodó lo justo al ‘9’, que, con todo para marcar, envió el balón arriba.

Un Nacho Barroso que fue adaptado al puesto de lateral izquierdo debido a la sanción de Fulgen. Un Nacho Barroso que cayó en el área visitante tras un córner, lo que motivó protestas del banquillo tricantino sobre un posible penalti que De Oses Bumedien, cerca del lugar de los hechos, no entendió como punible. Ya dentro de los últimos veinte minutos de la contienda, Paredes detuvo una volea de Yanike desde fuera del área y, en el área contraria, Ivo Carosini evitó in-extremis el disparo de Miguel Pardo, que había bajado el esférico con el pecho.

El encuentro podía decantarse para cualquiera porque el Tres Cantos, lejos de encerrarse, no renunció a atacar a la portería de Ñete. Y si ya lo hizo con uno menos, también lo buscó en igualdad numérica, debido a la expulsión por roja directa del central y capitán Ivi por una agresión sobre Adrián Bravo con el juego parado. Al menos, eso vio De Oses Bumedien, una acción que puede dejar fuera de la competición al ex del Leganés “B” durante los próximos cuatro partidos. Con diez ambos conjuntos, Miguel Pardo dispuso de una opción clara para los tricantinos y Sopale para los fuenlabreños, esta última en el mano a mano tras un pase filtrado a la espalda de la defensa.

Con Ivi expulsado y sin ningún central en el banquillo, el técnico peruano del Fuenla Promesas retrasó a Yanike al eje de la zaga y dejó un centro del campo algo más despoblado (solo con Fernando Guerrero). Mantuvo a Kevin y a Valverde, y a ellos había que sumar los incorporados en la segunda mitad De Loma y Sopale, todos ellos hombres de clara vocación ofensiva. Sin embargo, Sopale tampoco terminó el partido, ya que vio dos amarillas en el tiempo añadido (minuto 93 y 96), la segunda por golpear a Rubén Muñoz en un salto dentro del área. La última de la contienda fue un libre lateral favorable a los tricantinos botado por Gonzalo Merchán, pero despejado por la zaga visitante. Un punto que sabe mejor para los de Chema Hidalgo, que sobrevivieron a un disparate y a cincuenta minutos con uno menos.