TORREJÓN 2-2 PARLA | Miguel Fuentes hiela Las Veredillas en el 92

Cuando Las Veredillas ya saboreaba otra victoria de su equipo en casa, llegó Miguel Fuentes para fastidiar la fiesta a los torrejoneros, que viven casi en constante estado de felicidad desde el cambio de entrenador. Es el primer encuentro como local bajo el mando de Emilio López en el que el Torrejón no consigue el triunfo, y eso que lo tuvo en su mano. Javi Redondo y el autogol de Batista voltearon el tanto inicial de Viáfara a los seis minutos, pero el ariete parleño, en el minuto 92, aprovechó un fallo defensivo para dejar el resultado en tablas.

Y se puede decir que es un marcador que refleja los méritos acumulados por uno y otro conjunto, que fueron tremendamente efectivos en los intentos que cogieron los tres palos, sobre todo, el Parla. El primero terminó en el 0-1 de Jhoan Viáfara, que adelantó a los de José Luis Navarro con la testa tras el córner botado por Rubén Torres. Sin embargo, con el mismo acierto replicó un Torrejón que en el minuto 6 se veía por debajo en el marcador y en el minuto 20, con ventaja. Javi Redondo hizo bueno el centro raso de Domenech para batir a Sito y establecer un empate que duró dos minutos, porque Batista perforó su propia portería tras el centro de Cuevas y el remate fallido de Álex Fernández, a quien la árbitra atribuye erróneamente el tanto.

Hasta el borde del descanso, ya no hubo mucho más peligro. Ahí, pudo suceder tanto el 2-2 de Batista de espuela a la salida de un saque de esquina, aunque no cogió meta, como, sobre todo, el 3-1 en las botas de Álex Fernández, que se quedó en una posición óptima para marcar. En cambio, después del pase de Redondo, remató fuera. Por lo demás, dominio más o menos repartido, aunque con la sensación de que los torrejoneros creaban más con el balón y de que sus ataques hacían más daño en un Parla que sentía dificultades cuando su rival abría el campo.

En la reanudación se vio a un Parla más finalizador. Y desde los instantes iniciales, porque ya antes de cumplirse el primer minuto de la segunda mitad Kike Reguero tuvo que estirarse a un centro raso de Álvaro Santiago. En esa acción no estuvo acertado el ex del Moralo, que en la siguiente jugada blocó un remate muy débil de Viáfara. Poco después, Álvaro Santiago mandó un libre directo por encima de la meta torrejonera.

Emilio López vio la tendencia de mayor iniciativa visitante y aprovechó la lesión de Álex Fernández para fortalecer el centro del campo con la inclusión de Gonzalo. Navarro, por su parte, trató de revolucionar el encuentro con una triple sustitución. Entre ellos, se incorporó al verde Miguel Fuentes en lo que era, además, la vuelta del ‘9’ al fútbol tras cerca de cuatro meses de ausencia por lesión. Más allá de volver con gol y hacerlo en el añadido para salvar un punto de forma épica, el ariete ya había dado muestras de peligro antes de ese 2-2.

El Torrejón logró que el tiempo transcurriera sin demasiadas opciones claras para marcar del Parla, pero, a su vez, sin inquietar a un Sito que recibió hasta tres disparos de las botas de Dani Cuevas, ninguno de verdadero peligro. La amenaza que le faltó al cuadro local la tuvo el visitante en Cata en el minuto 79, con un disparo que se marchó a escasos centímetros del poste izquierdo de Kike Reguero. O, también, en la sola presencia de Miguel Fuentes, que obligó a Álvaro Moreno a estar muy atento en todas sus acciones. El joven central fue de lo más destacado en el bando torrejonero.

Sin embargo, la estrechez del resultado permitió que ocurriera lo que ocurrió en el segundo minuto del tiempo añadido concedido por Calvo Valentín. Peño botó el libre prácticamente desde terreno propio y la falta de entendimiento entre Dani Ro y Benítez provocó el mal despeje hacia atrás del ’14’, con lo que habilitó a Miguel Fuentes, que superó por alto la salida a la desesperada de Kike Reguero. Como no podía ser de otra manera, el tanto congeló la parte torrejonera de Las Veredillas y llevó el éxtasis a la hinchada del conjunto negriazul, esta vez vestido de blanco. El Parla se lleva un empate muy sabroso de un recinto inexpugnable desde la llegada del nuevo entrenador.