SANSE 0-1 CELTA B | En barrena

parece que va cuesta abajo y sin frenos el San Sebastián de los Reyes. El equipo franjirrojo acumula 547 minutos sin marcar, y lo que es peor, ante el Celta B, no solo es que no merecía marcar, es que ni tan siquiera inquietó al portero rival.

En líneas generales, no fue un partido bueno. Aunque el choque fue de menos a más, lo cierto fue que ambos equipos parecían dar por bueno el punto desde el pitido inicial.

Los primeros veinticinco minutos fueron de dominio celtiña. Con mucho más balón, el equipo de Claudio Giráldez apenas daba opciones a los sanseros, que eso sí, no sufrían. El filial tocaba y tocaba, pero sin apenas profundidad. Sin ser el típico equipo que juega en horizontal, predominando el pase de seguridad entre los hombres de atrás, pero sin superar a la defensa sansera. Y cuando lo hacían, los balones al área de los gallegos quedaban muertos sin rematador.

Con el paso de los minutos, el equipo de Lobo se fue sacudiendo el dominio visitante. De hecho, en los últimos minutos se vio mucho más el área defendida por Cuba que la de Pedro López, aunque también sin ningún rédito. Aunque los blanquirrojos si lograron finalizar alguna acción, lo cierto fue que era de forma muy defectuosa, sin ir ningún balón entre palos. Ni siquiera cerca.

En el tramo final del primer tiempo, comenzó a cobrar protagonismo Pedro López una vez más. El meta le sacó lo que parecían dos goles cantados a Pablo Durán en las postrimerías del primer tiempo. Y precisamente tras una de esas paradas, Iván rozó el gol para el filial, en la última jugada del primer tiempo.

Tras el paso por vestuarios, el Celta B se mostró como un ciclón. Desde el primer minuto, el equipo vigués puso cerco a la portería de un Pedro López que tuvo que emplearse para salvar a los suyos. El meta tiró de reflejos para quitarles a Losada (por dos veces), Lautaro dos goles cantados. Y cuando no llegó el meta, apareció la figura de Charlie para despejar un balón sobre la línea.

Al igual que pasó en el primer tiempo, la bravura de los jugadores del filial fue bajando según pasaron los minutos. Pero aún así, y a pesar de que Raúl tuvo un disparo lejano, el partido seguía bajo control del equipo visitante, que, aunque llegaba menos al área, parecía hacerlo con más peligro.

Según iban avanzando los minutos, se iban viendo menos cosas en el partido, y eso beneficiaba a los sanseros. Si ocurría algo, todo pintaba que sería a favor del Celta B puesto que el Sanse estaba completamente espeso y desparecido. El equipo de Lobo ni se acercaba a la imaginaria línea de ¾.

Al final acabó ocurriendo lo que muchos se temían en la grada: gol de los visitantes. A doce para el final, Raúl Blanco (en el primer balón que tocaba), mandó al fondo de la red una buena jugada y asistencia de Pablo Durán, el mejor del partido. El diecisiete celtiña remató sin oposición desde el punto de penalti, tras recibir el balón casi desde la línea de fondo por el perfil diestro del mencionado Pablo Durán.

Por delante en el marcador, el Celta B cambió el chip. El equipo de Claudio Giráldez sabía que ya tenía todo hecho, y que salvo que la cosa cambiara mucho, con dejar pasar los minutos se llevarían los tres puntos. Y así ocurrió. Aunque el Sanse comenzó a tener más el balón, lo tenía en zonas inofensivas, si llegar al área. Y lo peor fue, que en el primer minuto del descuento, Charlie vio la roja directa por revolverse en una entrada de Medrano, lo que le hará perderse mínimo el próximo partido en Talavera.