SANSE 0-0 FUENLABRADA | Se decidió desde los once metros

Abandonar Matapiñonera con el pulso disparado es el regalo de esta jornada copera para todos los allí presentes. Y es que el partido disputado en el feudo sansero tuvo todo lo que se le puede pedir a esta competición… todo menos lo más esencial: goles, que tuvieron que llegar después de una prórroga de infarto.

Ocasiones para inaugurar el marcador hubo, la intensidad con la que el partido dio comienzo jamás hubiera augurado un árido 0-0 hasta el minuto ciento veinte. El Sanse le puso las cosas difíciles desde el pitido inicial al conjunto dirigido por Oltra. Ya en el minuto ocho, Borja Martínez intentaba colar por la escuadra el primer lanzamiento para el Sanse, pero el cuero se topaba con una de los vértices del poste de la portería fuenlabreña.

Poco antes, Mbia había dispuesto la primera ocasión a favor del Fuenla, pero su testarazo se marchó por alto. No sería la única vez que el centrocampista tiraría de cabeza en la búsqueda del gol. Después fue Kevin quien lo intentó con un chut desde fuera del área que tampoco entró. En el Sanse el peligro corría a cuenta de Borja Martínez, quizás el más activo en ataque a lo largo del primer tiempo y quien más trabajo le dio a Morro.

“Morro”, la palabra más repetida por cualquier comentarista cada vez que los locales realizaban un mínimo acercamiento a la portería del Fuenlabrada. El meta azulón salvó a su equipo en incontables ocasiones ante un Sanse cada vez más crecido y con serias opciones de hacerse con la victoria. Los de Marcos Jiménez jugaron una segunda parte que, de nuevo, pocos aires de “cerocerismo” destilaba, pero así fue.

Especialmente a partir del minuto setenta, comenzaron a vivirse los instantes de mayor tensión. El Sanse estaba vivo, más que vivo: estaba apretando al Fuenlabrada con contragolpes y recuperaciones de balón muy rápidas. El cancerbero visitante hubo de intervenir en varias ocasiones para blocar los disparos de los jugadores sanseros. Sin embargo, las más clara llegaría en el minuto setenta y siete cuando un defensa fuenlabreño sacaba el tiro de Borja, que aprovechó la salida del portero visitante para culminar una contra estelar de los sanseros.

El añadido y los minutos previos ya dejaron entrever lo que sería la prórroga: un auténtico duelo. En el minuto ochenta y nueve, Morro realizaba un auténtico paradón al atrapar un disparo de Fer Ruiz que iba dentro sin pudores.

El Sanse posiblemente no olvide las ocasiones perdonadas en las postrimerías del encuentro, hasta tres acciones seguidas se quedaron en el intento de gol. Y así, Sanse y Fuenlabrada nos regalaron media hora más de competición. Tiempo que quizás a muchos se les hizo eterno. Sobre el verde reinaba el respeto, un error te manda a casa, quizás por eso -pese a que ambos pudieron hacer gol en los siguientes treinta minutos y Matapiñonera era una auténtica caldera- el marcador permaneció inmóvil.

Llegaron los penaltis, la lotería desde los once metros. El Fuenla fue el primero en fallar, pero Morro, una vez más, estuvo a la altura de las circunstancias. El meta fuenlabreño detuvo los lanzamientos suficientes como para que, al fallar Baro el último penalti para el Sanse, los de Oltra se metieran en dieciseisavos.