SAN AGUSTÍN 2-2 COMPLUTENSE | El vértigo sigue afectando al San Agustín

Sigue dejando escapar oportunidades el San Agustín del Guadalix para retornar a Tercera. El equipo de Chema Hidalgo ha sumado tan solo seis puntos en los dos últimos meses, lo que le deja ya tan solo un punto de ventaja sobre el tercer puesto. Especialmente sangrante fue el tropiezo de este domingo, puesto que el colista Complutense, que llegaba a San Agustín del Guadalix tras perder los últimos diez partidos de forma consecutiva, exceptuando el partido que le dieron por perdido en los despachos frente al Colmenar Viejo.

En ningún momento el partido pareció tener la trascendencia que tenía, al quedar tan solo tres jornadas más de liga, teniendo todo por decidir ambos equipos. Con más argumentos, el San Agustín quiso y tuvo más el balón, pero lo cierto fue que le costaba hacerlo circular con velocidad. A los hombres de ataque locales, les costaba combinar con sus compañeros, ante un Complutense bien plantado sobre el césped, que lo fiaba todo al contragolpe y al juego directo.

Dado este desarrollo del juego, no se veían ocasiones de gol. Aunque los locales merodeaban el área defendida por Molano, no lograban crear ocasiones de gol, dado el buen hacer de la improvisada zaga alcalaína, de la que se cayó Miguelón tras el calentamiento, entrando en su lugar Valero, que, eso sí, actuó de mediocentro.

Mediado el primer tiempo lograron marcar los dos equipos, en sus primeras ocasiones de gol. Se adelantó el San Agustín a balón parado, tras una falta de Rubén Ramiro botada desde el perfil diestro, y que tras dos jugadas, acabó entrando en la portería visitante tras impactar en la espalda del jugador del Complutense Mario. Cinco minutos después, lograba empatar el equipo de Juan Carlos García, gracias a un gran cabezazo de Luis Felipe, que remató sin oposición en el segundo palo un buen centro desde la banda diestra.

Los dos goles activaron a los dos equipos, viviéndose hasta el descanso los mejores minutos del partido. Aunque el partido lo dominaba el San Agustín, que incluso llegó a estrellar un balón en la cruceta por mediación de Rubén Ramiro; el Complutense no le perdía la cara al encuentro, teniendo dos ocasiones claras Valcárcel para poner el 1-2. Finalmente, a dos para el descanso, Gonzalo Bernaldo hizo el 2-1, rematando al fondo de la portería un centro-chut de Robles, tras una larga y bonita jugada combinativa.

Tras el paso por vestuarios, el partido bajó en calidad. Volvió a ser tan monótono como al inicio, con más dominio local debido a que se veía al Complutense más impreciso y descolocado que otra cosa. Gonzalo Bernaldo tuvo el tercero, evitándolo Molano con una gran parada.

El Complutense era un quiero y no puedo. Los hombres de Juan Carlos García tenían más intención y fe que fútbol, pero no lograban combinar ni llegar al área. Daba la sensación de que al equipo visitante se le estaba haciendo muy largo el encuentro, a pesar de que se vivían los primeros minutos del segundo acto, y de que su técnico no parecía plantearse cambios. Sin embargo, de la nada, a la hora de partido, los alcalaínos lograron el tanto que acabaría rompiendo -aunque solo sea en parte- su mala racha. Valcárcel botó una falta, que cabeceó Sampalo desde el área chica.

Con el marcador de nuevo igualado, se esperaba una reacción en tromba del equipo local, que no llegó. Tampoco desde el banquillo, puesto que Chema Hidalgo solo hizo un cambio en todo el choque, debido a las numerosas bajas que acumulaba. Aún así, se esperaba mucho más de un equipo con mucho más potencial que su rival que parecía totalmente inofensivo. Y aunque Esparza vio como primero Sampalo, y después Molano le quitaban lo que parecían dos goles cantados, lo cierto es que el San Agustín no daba sensaciones reales de peligro, y por lo tanto de poder ganar. Todo ante un Complutense que parecía agotado, incapaz de llegar a la portería rival.

Al final, un punto para cada equipo, que, aunque al Complutense le sirve para al menos sumar tras más de tres meses sin hacerlo (alineación indebida frente al Colmenar aparte), parece corto para que ambos equipos logren sus objetivos en apenas tres semanas.