RAYO MAJADAHONDA 1-2 CELTA B | Rosic frena al Rayo

duelo con objetivos antagónicos en el Cerro del Espino entre dos conjuntos que necesitaban la victoria. Comenzó mandando el equipo de Calero, que se hizo desde el inicio con el balón e intentó llegar a la portería visitante. La respuesta de los de Onésimo fue demoledora, primera llegada primer gol. Yeboah centró al área y el remate de Jacobo se alojó en la meta local.

Tocaba ponerse el mono de trabajo e intentar dar la vuelta al encuentro. Poco a poco los majariegos fueron llegando al área rival. Charlie de cabeza, Bravo con un centrochut  al área y Tamayo en boca de gol lo intentaron, pero sin suerte. Mientras tanto, el Celta se afanaba por defender y salir a la contra. Un centro de Pampín se paseó por el área y un cabezazo de Jacobo no encontró potería.

A la media hora Andrade logró el gol del empate en una jugada ensayada. Un remate de Adrián Jiménez lo repelía Rosic con ayuda del travesaño, pero el rechace le cayó a Andrade que no perdonó. Antes del descanso el Celta volvió a asomarse a la meta local con Jacobo como protagonista, no obstante su remate se marchó cruzado.

Tras el tiempo de asueto el partido se mantuvo con el mismo guion: balón y control para los locales y contragolpes de los visitantes. Los majariegos jugaban con el viento en contra, pero no les suponía problema ya que sacaban el balón jugado.

David Martín dispuso de las dos primeras ocasiones, con un doble disparo que taponó la defensa viguesa. La respuesta de los de Onésimo de nuevo fue con Jacobo como protagonista, con un remate que se marchó rozando el larguero.

Carlos Bravo vio como el colegiado le anuló un gol por fuera de juego y minutos después el viento propició el segundo gol visitante. Un saque de puerta de Jagoba Zarraga se fue parando por el viento, cayendo en dominio visitante que, con un pase filtrado, encontró a Javi Gómez que remató una volea desde fuera del área que se alojó por la escuadra.

De nuevo por detrás en el marcador el Rayo Majadahonda en un encuentro en el que, por méritos, no lo merecía. La expulsión de Molina ayudó a crear una atmósfera de remontada, pero Rosic se encargó de disipar toda esa euforia. El portero vigués se erigió como el hombre clave del partido parando todo lo que le lanzaban.

David Martín, Carlitos, Carlos Bravo, Tamayo y Rubén Mesa lo intentaron, pero en todas las ocasiones Rosic les negó el gol con auténticos paradones. No era el día del Rayo Majadahonda, porque cuando superaban al guardameta vigués era el palo quien les negaba el gol, como en el testarazo de Borja Díaz.

Finalmente, los puntos volaron dirección Vigo en un partido donde los de Calero no merecieron la derrota, pero en el fútbol mandan los goles y los visitantes hicieron más que los locales.