PARLA 1-1 FLAT EARTH | Justo empate

Podremos ponerles a los jugadores de este partido, y sus entrenadores lo harán en la semana, bastantes pegas en su despliegue táctico. Ahora bien es dudoso que José Manuel y Laura, Laura y José Manuel, se puedan quejar del derroche físico de sus jugadores. No fue un partido para deleite, fue un encuentro de tercera de verdad. Poca lírica, mucho sudor; lo propio de este negocio en esta categoría. Además los dos quisieron ganar hasta el final con argumentos parejos, quizá algo más elaborados por los visitantes, más directo en los locales.

Ya apuntaba bien el inicio. Sin casi habernos sentado Otero tenía que poner la manoplas con diligencia para evitar el 0-1, acto seguido Adrián Bravo se aprovechaba de un pequeño descuido de la zaga “terrenal” para hacer el 1-0. Cuestión de acierto, por supuesto porque si se fijan bien llevábamos cinco minutos. El tanto sentó mejor, obviamente a los locales, que se centraron en presionar la salida de balón rival para intentar sorprender a la contra. Para el VAR (es una metáfora) debía quedar un gol anulado a Matos que al que escribe le pareció que arrancaba en posición legal; por los pelos. Cuidado que nadie saque punta a esto, fue tan, tan ajustado que pudo ser fuera de juego o no. El caso es que el 2-0 no llegó y Flat cogió aire.

Se adueñó del balón y encontró el método para complicar la vida a una zaga inventada por las lesiones. Otero adquirió más protagonismo que De Las Heras y la consecuencia lógica fue el empate a uno.

La segunda mitad fue un quiero ganar por parte de ambos. Los “terrícolas” tuvieron más posesión, los parleños más peligro en los primeros minutos. El partido era de una presión feroz al rival para recuperar la pelota y lanzarse a la meta contraria. Tuvieron ocasiones ambos para desequilibrar el partido aunque en el fondo de armario se apreció que los visitantes tenían algo más para salpimentar el duelo. La Fortuna no quiso decantarse del lado de ninguno aunque para la retina quedará la parada de Otero a disparo a bocajarro de David, la ocasión más clara de un duelo parejo, por otro lado.