NAVALCARNERO 1-1 ATLÉTICO B | La magia de Aitor

final trepidante en el Mariano González. En un partido que parecía destinado a terminar con una victoria del filial colchonero gracias a un gol de Giuliano Simeone, hijo del entrenador del primer equipo del Atlético de Madrid, Aitor apareció en la última jugada del encuentro para rematar un saque de esquina que supuso su primer gol como futbolista profesional y un empate muy valioso para un Navalcarnero que no quiere perder de vista a los primeros clasificados.

Los dos equipos partieron con un 4-4-2 desde el inicio, buscando un sistema táctico equilibrado en los aspectos defensivos y ofensivos. Las ocasiones no tardaron en hacer presencia en el Mariano González. El “barquito” tuvo las primeras oportunidades en las botas de Fran Pérez con un disparo desde la medialuna que despejó un defensa a saque de esquina. Ramón Blázquez lo intentó también con un testarazo sobre el punto de penalti tras un buen centro por banda derecha de Calarge, pero el balón se fue muy desviado de la meta de Valens.

El filial colchonero reaccionó rápido con otra ocasión, esta vez de mayor peligro que las anteriores. Camello, a los seis minutos de choque, recibió un buen pase entre líneas que le dejó con la posesión del esférico dentro del área pequeña. El “10” visitante, a pesar de la dura marca de los defensores del Navalcarnero, consiguió disparar, pero éstos pudieron despejar el peligro antes de que el balón sobrepasara la línea de gol.

Tras unos minutos de mayor calma y juego sobre la zona del centro del campo, Esnáider no acertó a rematar de cabeza con firmeza un buen centro por banda izquierda después de un intento en vano por parte del meta del Atlético B de despejar el balón.

El que no fallaría un poco antes de la media hora de encuentro sería el equipo entrenado por Nacho Fernández. Tras un robo de balón por parte de los visitantes en la medular, Camello condujo a la perfección unos metros el esférico, y, al levantar la cabeza, cedió el balón a Giuliano libre de marca por banda izquierda. El atacante del Atlético de Madrid B no se lo pensó, y, de primeras, envió el balón con un gran efecto al fondo de las mallas de la portería de Aitor.

Después del tanto, el conjunto de Luis Ayllón no se avivó de la forma que ellos deseaban. Los del Cerro del Espino, incluso, pudieron duplicar su ventaja en las jugadas posteriores al gol. Sin embargo, el Navalcarnero, tras unos pocos minutos KO, despertó y comenzó a atacar con regularidad hacia el área rival, intentando incidir mucho por ambas bandas.

Fran Pérez con un intento de disparo dentro del área, Ramón Blázquez en un centro de córner que se envenenó y casi acaba en gol olímpico si no llega a ser por una buena intervención de Valens, y Guerreiro de cabeza tras otro servicio de saque de esquina, tuvieron el empate en los últimos diez minutos de la primera parte, pero sus acciones no se transformaron en efectividad, por lo que el luminoso se fue al descanso con esa mínima ventaja del filial colchonero.

La segunda parte demostró en su inicio que Luis Ayllón había abroncado a los suyos por el resultado con el que se llegó al final de los primeros 45 minutos. Guerreiro remató libre de marca en una posición favorable una falta lateral de Ramón Blázquez, pero el remate se fue fuera, y, además, había fuera de juego.

Mientras los locales seguían insistiendo en perforar la meta de Valens, los visitantes intentaron demostrar también sus cualidades ofensivas con una internada de Giuliano dentro del área, en donde el ariete pidió penalti tras una caída dentro del mismo, la cual no señaló el colegiado del partido, Jorge Tárraga Lajara.

Con el paso de la segunda mitad, las disputas aéreas por el esférico fueron ganando importancia. Cada balón centrado en los múltiples saques de esquina y faltas laterales se luchaban como si fuera el último. A pesar de que la posesión y la mayoría de los acercamientos se producían por parte de los locales, fueron los visitantes los que tuvieron las oportunidades de gol más peligrosas.

A veinte minutos del final del choque, Toni Moya estrelló un disparo lejano en el palo derecho de la meta de Aitor tras una buena cesión atrás de Camello. Los del Mariano González lo intentaban por todos los medios, en especial con balones colgados al área que, por desgracia para los aficionados locales, eran repelidos por la defensa visitante o se iban muy alejados de la portería.

Los jugadores del filial del Atlético aprovechaban cualquier entrada hacia alguno de sus futbolistas para restarle tiempo al luminoso, algo que a los de Luis Ayllón molestó de una forma visible. El jugar partidos entre semana provocó un fuerte cansancio físico en los locales, que, al final del choque, eran ya muy imprecisos en sus envíos y no encontraban la forma de acercarse al área contraria. El filial colchonero, sin embargo, tenía un poco más de energía y tuvieron alguna contra para sentenciar el choque, destacando una volea de Ricard que se fue rozando el travesaño.

Este Navalcarnero, sin embargo, nunca se rindió hasta el pitido final, y, en un córner botado por banda derecha en el último minuto del descuento, el 97, Aitor subió a rematar para buscar un gol milagroso. Y ocurrió algo épico e inesperado al mismo tiempo. El envío del saque de esquina se paseó por el área pequeña, y, Aitor, que estaba en el segundo palo, consiguió rematar de cabeza al fondo de las mallas para alegría y sorpresa de la plantilla y afición del “barquito”, que, otra vez, remó hasta conseguir llegar con vida a la orilla.

Justo después del tanto del empate, el árbitro decretó el final del partido con el empate a uno ya mencionado. El CDA Navalcarnero, sexto en la clasificación con 17 puntos, recibirá el próximo domingo en el Mariano González al Real Madrid Castilla. Por su parte, el Atlético de Madrid B, noveno en la clasificación con 11 puntos, recibirá el domingo en el Cerro del Espino a Las Rozas