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contundente goleada de la RSD Alcalá en la segunda jornada de la fase autonómica de la Copa RFEF. Los rojillos mostraron una enorme pegada, al marcar en sus cuatro primeras ocasiones de gol en el primer tiempo. Todo lo contrario le ocurrió al Móstoles, que aunque fue inferior futbolísticamente en ese primer tiempo, también tuvo sus ocasiones, aunque sin acertar a puerta.

Desde muy pronto se le pusieron las cosas a favor a los hombres de Jorge Martín de San Pablo. Con el partido todavía en los llamados minutos de tanteo, un mostoleño, Dani Navarro, abrió la lata. El zurdo botó una falta escorada, cerca del pico del área, introduciendo el balón por el segundo palo, con un lanzamiento a media altura que pasó entre una maraña de jugadores.

Por delante en el marcador, los cervantinos se hicieron con el control del partido. A través de la posesión, los hombres vestidos de rojo empujaron a los locales a su campo, desarrollándose el juego en la parte del terreno de juego en la que defendían los azulones. Los alcalaínos gustaban y se gustaban, ante un Móstoles obligado a salir a la contra para tratar de atacar.

Cerca del ecuador del primer tiempo, llegaron las dos acciones que pudieron cambiar el partido, y sobre todo, marcaron la diferencia entre unos y otros. La primera acción fue de Portilla, recibiendo un balón al espacio y ganando en carrera a la zaga, ganándole Degre el mano a mano, en lo que podría haber supuesto el empate en el marcador. Poco después, en su segunda acción de peligro, los complutenses pusieron tierra de por medio. Tras un error en el intento de salida de balón azulona, entre los tres hombres de ataque de los visitantes cocinaron el segundo. Nouman penetró por la banda izquierda, centrando para Legaz, que andaba en el interior del área. Éste prolongó hacia el segundo palo para Garci, que libre de marca, cruzó haciendo el 0-2. Y tres minutos después, Legaz volvió a recibir dentro del área, fusilando esta vez el al meta Guzmán.

No se había cumplido la media hora, y el Alcalá tenía una renta de tres goles, lo que le hizo levantar el pie del acelerador, en una mañana que empezaba a ser calurosa. Una situación que aprovecharon los hombres de Fran Morillas para reaccionar, y salir de la cueva a la que habían sido empujados, con Portilla como protagonista. El capitán azulón lideró el ataque de los suyos, logrando recortar distancias, tras recibir un balón dentro del área, a servicio de Pablo Rivero desde la banda izquierda. Una pequeña luz para la esperanza mostoleña, que se encargó Aitor Monroy de apagar con el cuarto tanto para los suyos, a diez para el descanso. El mediocentro logró el mejor gol de la mañana, tras recibir el balón prácticamente desde la línea de fondo. El seis rojillo recibió cerca de la frontal, y tras hacerse y ver el hueco, soltó zambombazo que se coló cerca de la escuadra de un Guzmán que poco o nada pudo hacer en los cuatro goles recibidos en apenas media hora.

Aún así, el Móstoles no bajó los brazos. En un ejercicio de vergüenza, casta y fe (que no les sirvió para no ser pitados por sus aficionados al descanso), los de Fran Morillas lo siguieron intentando, para al menos acercarse en el marcador y recobrar la esperanza. Y a fe que pudieron irse con un marcador más corto al descanso, pero fue entonces cuando salieron a relucir los reflejos rojillos. Primero por mediación de Degre, que le quitó un gol a Portilla y otro a Pradillos (espectacular cabezazo el del delantero); y más tarde los de su zaga, despejando dos balones casi sobre la línea en dos acciones consecutivas, ya en tiempo de prolongación del primer tiempo.

El buen primer tiempo dio paso a otro bastante más deslucido. Debido sobre todo a lo amplio del marcador, y sin lugar a dudas, condicionado por el calor reinante sobre el desastroso césped de El Soto, y las fechas en las que nos encontrábamos, con apenas tres semanas de entrenamiento en cada equipo. Unos condicionantes que hicieron que el espectáculo decayera.

Una mala segunda parte, sin apenas ocasiones de gol en ambas porterías, en las que el Móstoles volvió a tirar de vergüenza torera para evitar males mayores. Los de Fran Morillas mandaron sobre el verde en la segunda mitad, de forma estéril, al no ser capaces de crear peligro efectivo sobre la portería de Degre, pero limpiando la mala imagen del primer tiempo, aunque vieron como el Alcala completaba la manita. Cumplida la hora de partido, Macho fue derribado dentro del área por Óscar del Amo, tras una jugada personal, decretando sin dudarlo Pinilla Serrano (que pasó desapercibido, y supo manejar un par de situaciones de tensión), penalti. La pena máxima se encargó de ejecutarla Legaz, que engañando a Guzmán hizo el quinto, a falta de más de veinte minutos para el final.

La acción del penalti, y una falta directa de Barroso que detuvo Degre, fue lo más destacado de un segundo tiempo insulso, aprovechado por ambos técnicos para dar minutos a la gente de banquillo, para que fueran cogiendo fuerzas de cara a un inicio de liga, al que todavía le quedan tres semanas.

Con esta goleada, el Móstoles queda eliminado ya de la Copa RFEF, al no poder alcanzar los cuatro puntos que suma el Alcalá. Un Alcalá que, salvo que los azulones vuelvan a caer goleados el miércoles en Las Veredillas (por cinco goles o más), disputará la final de la fase autonómica; bien frente al Ursaria; bien frente al Sanse.

 

MÓSTOLES Guzmán; Acho (A) (Óscar del Amo 46’), Recalde (A), Carpin, Dani Prada; Sanjurjo (Hugo 78’), Pablo Rivero (Jorge García 65’), Leiton; Portilla, Pradillos (Barroso 78’) y Helmer (Gamarra 65’) (A).
ALCALÁ
Degre; Huelves, Tito (Murci 64’), Javi Jiménez (Ángel Moreno 75’), Dani Navarro (Adri 64’); Aitor Monroy (Hevías 64’), Jorge Sánchez, Macho; Garci  (A) (Abel Molinero 75’), Marcos Legaz y Nouman (A) (Chato 56’) (A).
GOLES 0-1 Dani Navarro (5’); 0-2 Garci (26’); Legaz (28’); 1-3 Portilla (32’); 1-4 Aitor Monroy (35’); 1-5 Legaz (penalti) (68’).
ÁRBITRO Pinilla Serrano.
INCIDENCIAS El Soto, unos 150 espectadores.
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