LAS ROZAS 2-5 RACING DE FERROL | No hubo color

E

l encuentro empezó de manera muy trepidante, con Las Rozas teniendo las dos primeras ocasiones del choque. La primera en un mano a mano de Toño Calvo que salió lamiendo el palo de la portería gallega. La segunda la tuvo Guadaño pero su disparo fue manso a las manos de Diego Rivas.

Al Racing le costaba salir mientras que el conjunto roceño estaba cómodo. Pero un error en la salida del balón fue aprovechado por Álex López que mandó el cuero a la red y estableció el primero de la mañana. El golpe fue tan duro para los de Lolo Escobar que dos minutos después Joselu recogía un rechace en el área y estableció el cero dos en el luminoso.

A partir de aquí el partido cambió y el conjunto ferrolano controló el cuero e impidió salir con comodidad al equipo madrileño. El centro del campo reinó sobre el césped y las ocasiones brillaron por su ausencia mediada la primera parte.

Los gallegos seguían empujando y en el minuto treinta y siete Joselu aprovechó un fallo en defensa para disparar de media distancia pero un gran Yelco Ramos envió el esférico a córner. En el saque de esquina Joselu, en el segundo palo, mandó el balón a la jaula y estableció el cero tres en el marcador.

Al filo del descanso los gallegos iban a disponer del cuarto en botas de Pablo Rey pero tras regatear al meta local envió el balón fuera. El intermedio llegó con un dominador claro y otro al que le había afectado mucho los goles encajados.

La segunda parte parecía que iba a empezar con otro guión, ya que nada más salir de los vestuarios Fran Rivera aprovechó un centro de Albur para recortar distancias en el marcador. Las Rozas empezaba a jugar mejor pero un despiste en defensa hizo que en el minuto cincuenta los ferrolanos dispusieran de una pena máxima que transformó Pablo Rey y puso el uno cuatro en el marcador.

A partir de aquí, los roceños lo intentaron pero se toparon con una defensa férrea gallega que concedió muy poco. En el minuto sesenta y dos casi aumenta su renta el Ferrol con un disparo de falta que se estrelló en el larguero.

El empuje local iba a tener sus frutos cuando Calleja recortó distancias desde el punto de penalti y puso el dos cuatro. Pero al igual que pasó con el uno tres poco duro la alegría en Navalcarbon. Un despiste en un saque de falta gallega entraba en el segundo palo solo Seoane para poner el dos cinco definitivo y sentenciar el choque.