LAS ROZAS 1-3 PARACUELLOS | La eficacia majariega les permite seguir soñando

navalcarbón acogía la primera semifinal del play off de ascenso del Grupo VII de la Tercera RFEF. En ella se enfrentaban Las Rozas y el Paracuellos Antamira.

Durante los primeros compases se vio mucha igualdad a ras de césped. Ambos equipos intentaban llevar la manija del encuentro, pero el miedo a cometer un error era patente.

Nadie lograba acercarse con peligro a la meta rival. Las defensas se imponían a los ataques. Los porteros eran meros espectadores del espectáculo.

El primer acercamiento iba a ser roceño, Cuéllar centraba desde la banda derecha y dejaba solo a Alberto Salido frente a Diego; el extremo local disparaba a quemarropa, pero el portero majariego estaba acertado y la despejaba con la pierna.

A pesar de esta clarísima ocasión, el juego se centraba en el centro del campo, nadie quería arriesgar la posesión. Los locales iban a tener otro acercamiento en el minuto veintidós con un remate de Gonzalo dentro del área pequeña que se marchaba alto.

Las ocasiones iban a seguir siendo roceñas. En el minuto treinta y tres Carbonell se plantaba solo frente a Diego, le regateaba, pero en el remate el cuero se estrellaba contra la madera visitante.

Cuando el horizonte del descanso se avecinaba llegaría el primer acercamiento de peligro visitante. Cortés probaba fortuna con un disparo desde dentro del área que se marchaba rozando el palo.

El descanso llegaba a Navalcarbón en una primera parte que por momentos se centraba en no sufrir que en atacar. La tensión de lo que estaba en juego era patente.

El paso por los vestuarios iba a dar un giro y habría un dominador claro del choque.

Los pupilos de Manu Alcázar iban a llevar la manija del encuentro. Dominaban el cuero, aunque no lograban inquietar la meta de Quesada.

En encuentros donde existe tanta igualdad, el balón parado cobra cierto protagonismo. El filial majariego iba a disponer de su ocasión más clara en el minuto cincuenta y cuatro.

Higuera cabeceaba un saque de esquina, pero se encontraba con una gran parada de Quesada. En el rechace, Nabil estrellaba el balón contra la madera.

Tras esta ocasión de peligro, los porteros apenas tuvieron que intervenir, el dominio seguía siendo visitante pero sin profundidad. Mientras que los locales se replegaban a la espera de un error para salir a la contra.

Los entrenadores movían fichas e intentaban cambiar la dinámica del encuentro. El final de los noventa minutos llegaba a Navalcarbón con un resultado justo viendo los disparos a puerta de cada equipo.

La prórroga comenzaba de la misma manera que finalizaron los noventa minutos. Los visitantes llevaban la manija de todo, pero no lograban perforar la férrea defensa roceña.

En el minuto noventa y ocho lo intentaba Losada con un testarazo que se marchaba desviado. Dos minutos después Solomón corría la misma suerte.

Con la necesidad de marcar un gol, los majariegos no iban a aflojar e iban a tener los acercamientos más claros. En el minuto ciento diez llegaba el éxtasis en la grada majariega.

Losada aprovechaba la posición adelantada de Quesada para probar fortuna con una vaselina que batía al meta local, dando el pase a su equipo a la final en ese momento.

Tras encajar el gol, los locales iban a adelantar las líneas para intentar empatar el choque, pero en una de esas acometidas Solomón se plantaba solo mano a mano frente al portero local, y con un disparo raso ponía el cero dos en el luminoso.

Cuando el tiempo estaba prácticamente cumplido, Bordons Romero señalaba los once metros para los locales. Raúl era el encargado de lanzarlo, en el disparo engañaba a Diego y ponía picante al partido.

Con los roceños volcados, Losada se plantaba solo frente al meta local y le cedía el cuero a Solomón para sentenciar el choque y dar el pase a los majariegos a la final del play off.