F. PROMESAS 2-5 CARABANCHEL | Campanada y manita a balón parado

el Carabanchel se dio la gran alegría de la temporada en su visita al Fuenlabrada Promesas. Un partido que mirando a la tabla se antojaba muy desigual en favor de los locales y que acabó siendo muy desigual, pero a favor de los visitantes, que explotaron al máximo el balón parado para llevarse una goleada.

También contribuyó a ello Ñete, portero local, que erró en los dos primeros goles. A los siete minutos en un córner que se envenenó con el viento, le superó y le cayó a Goal, que no falló el remate. En el 17′, el error fue aún más grosero, en una falta lejana lateral de Nico a la que el meta llegó con ventaja, aunque el balón se le escapó. Un tanto que encontró rápida respuesta por parte de Amigo, que sólo un minuto después ponía el 1-2.

Pero tampoco es cosa de cargar todas las culpas sobre el meta. Cuando un equipo pierde, y más con un marcador así, la responsabilidad debe ser siempre muy colectiva. También los méritos de los ganadores. El Carabanchel, pese a su situación en la tabla, dio una gran imagen. Ordenado, serio en defensa y atrevido a la hora de salir jugando desde atrás. Desde luego, no demostraron ser un equipo hundido.

El Fuenlabrada, necesitado, empujó, pero con más ímpetu que fútbol, por lo que tampoco generó ocasiones claras. Y, al tiempo, sí que concedió atrás. El 1-3 se generó de nuevo a balón parado, en una falta en el centro del campo que Nico mandó a la banda para un posterior centro que remató libre de marca Steven. Y casi sin tiempo para encajar el golpe llegó el cuarto, en una falta directa de Nico desde más de 30 metros que se coló por la escuadra.

En el descanso, Sebas Martínez trató de dar la vuelta a la situación con un triple cambio, pero de poco le sirvió. Es verdad que ganó presencia en el campo rival, pero su equipo siguió careciendo de ideas claras y de juego como para encerrar a su rival, que lanzó contras peligrosas. De hecho, poco antes del 2-4 Goal tuvo el quinto. No acertó y sí lo hizo Amigo, que con el segundo tanto local a falta de media hora daba esperanzas a los suyos.

Unas esperanzas que se fueron desvaneciendo con el paso de los minutos. Incluso, Ñete tuvo que intervenir para evitar otro tanto de Goal. El Carabanchel no sufría, pero sí tenía la incertidumbre de que un tercer gol local le podía generar problemas. Pero lejos de eso, Raúl Pérez, en una contra en la prolongación, puso la puntilla y completó la sorprendente manita visitante.