CELTA B 0-1 RM CASTILLA | La primera victoria fuera de casa como regalo atrasado de Reyes

Nunca es tarde para conseguir la primera victoria fuera de casa. El Real Madrid Castilla se lleva un duelo clave al batir a un rival directo como el Celta «B» por la mínima en un partido en el que los de Raúl González Blanco fueron muy efectivos. El tanto de Mario Gila a los 57 minutos, de cabeza en un libre lateral perfectamente botado por Martín Calderón, permite a los blancos finalizar la primera vuelta con 25 puntos, cinco por encima del descenso directo y tres sobre el play-out.

Con ver la celebración de los futbolistas madridistas al término de la contienda basta para darse cuenta de lo fundamental que era ese triunfo a domicilio. Lo importante, los tres puntos, se logró. Para otro encuentro quedará mejorar la imagen o crear más peligro a la portería adversaria, porque el Castilla apenas remató dos veces entre los tres palos de la meta defendida por Fran Vieites, una de ellas terminó en el 0-1 del central barcelonés y, la otra, de Franchu Feuillassier pocos instantes antes, la detuvo el cancerbero celeste en dos tiempos.

Mejores sensaciones ofreció el conjunto vigués en el plano ofensivo, con un Manolito Apeh muy participativo que complicó a la defensa visitante con su juego de espaldas. Sin embargo, fue Dani Vega el que amenazó primero al arco de Belman, aunque su tiro se marchó desviado. El inicio impetuoso del Celta «B» se vio frenado por la lesión de Álvaro Bravo, que, por sus gestos de dolor al retirarse del terreno de juego por su propio pie tras un lance dividido y fortuito, puede tratarse de algo serio.

Raúl trataba de involucrar en el juego de su equipo a un desapercibido César Gelabert, ya que el peso en ataque lo llevaban, principalmente, Feuillassier y Fidalgo, pero ni uno y otro puso en aprietos a un cómodo Vieites, que vio cómo los intentos del argentino o de Martín Calderón, este último desde muy lejos, se perdían fuera sin mayores consecuencias. Tampoco encontró la portería del Castilla el filial celtista, a pesar de que el ex madridista Moha Moukhliss y Alberto Solís dispusieron de dos libres directos prácticamente consecutivos en posiciones muy apetecibles.

La segunda mitad, en cambio, comenzó con otro color, el blanco del Real Madrid. Dos córners a favor en los compases iniciales de la reanudación indicaban que la charla de Raúl había causado efecto. A la mayor posesión de la pelota, que ya había sido una constante durante el primer acto, el Castilla sumó acercamientos a las inmediaciones de Fran Vieites. Uno de esos saques de esquina acabó con el testarazo ligeramente desviado de Feuillassier, que, a continuación, probó al guardameta celeste en un tiro poco peligroso.

A la tercera, el gol. Mario Gila, libre de marca, ganó la espalda del juvenil Gabri Veiga y peinó al fondo de la red el servicio lateral botado por Martín. Lo difícil ya estaba conseguido: marcar en un partido con poco brillo y sin demasiadas situaciones claras en área rival. Ahora le tocaba defender la ventaja al filial madridista, algo que, sin ir más lejos, no logró el pasado domingo en casa frente al Melilla, duelo que acabó perdiendo por 1-2 pese a la diana inicial de Pedro Ruiz. El ariete sevillano, por cierto, vio en Barreiro la quinta amonestación y se perderá el encuentro contra Las Rozas.

En esta ocasión, el Castilla sí fue capaz de mantener la portería a cero, aunque eso no significa que el Celta «B» no gozase de oportunidades meridianas para perforar la meta de Belman. Estas llegaron, sobre todo, en el tramo final. Primero, un remate del juvenil Iker Losada que atrapó con seguridad el cancerbero visitante. Y, ya superado el noventa, una peinada de Manolito Apeh a un libre botado por el madrileño Bermejo que se perdió a escasos centímetros del poste derecho de Belman. El triunfo ya no se escapó, el primero fuera del Alfredo Di Stéfano, que sirve para que el conjunto entrenado por Raúl González Blanco respire y se sitúe en una zona algo más tranquila.