ATLÉTICO B 1-1 LAS ROZAS | Sobrevivir

por si acaso, lo dijo el mister del filial: esto es lo que le espera al Atleti en la segunda vuelta. Los puntos cada vez son más necesarios para todos, pero en este grupo (echen un ojo a la tabla) quizá más porque vamos a tardar una eternidad en tener gente que no se juegue nada. Son muchos los que están mirando hacia abajo y esos “muerden”. El primer aviso lo ha dado un buen Las Rozas. Sobresaliente su puesta en escena, notable su aguante cuando tuvo que sobrevivir a las acometidas del rival que, pese a la mala mañana, es el líder y tiene mucha, mucha dinamita arriba.

En diez minutos quedaron dos cosas claras. Uno, las Rozas tiene problemas con el gol y dos el filial estaba dormido. La primera ocasión de Álvaro fue una cesión a su portero de Ricard que le dejó mano a mano. No supo definir, ni siquiera sacar algo para su equipo; Alex le cerró estupendamente y luego Álvaro sacó el remate del ariete. Después otras buena jugada roceña acabó en nada porque  no encontró rematador la colada de Albur. Tuvo que ser la estrategia la que definiera sus opciones. Saque de esquina desde la derecha, muy bien tocado por Turégano y Álvaro en el primer palo se adelanta a todos para cabecear a la red. Justo.

Aunque parezca increíble los visitantes arrancaban mejor, con la ideas más ordenadas y con más llegada que un filial que en veinticinco minutos no había disparado entre los tres palos; ni llegado con sensación de cuando menos inquietar. El gol asentó aún más el juego roceño que se sintió cómodo con el balón en su poder. El Atleti, todo lo contrario, no atinaba a encontrar soluciones ni con, ni sin pelota. Y lo que es peor con su tridente ofensivo out. Era evidente que alguien tenía que poner algo distinto en los rojiblancos si querían dinamitar la buena puesta en acción de Lolo Escobar. Casi cuarenta minutos tardaron los locales en procurarle un desavío a la defensa azul y luego en los cinco siguientes el mejor de Las Rozas fue su portero. Muy meritoria, especialmente, su parada a Camello tras disparo desde la frontal.

Al descanso lo mejor para los locales era el marcador. Había esperanza porque este equipo tiene argumentos hasta cuando juega menos bien. Las dudas de la primera mitad en la circulación del balón se fueron disipando con un fútbol algo más vertical, la insistencia de buscar la entrada por las bandas fue generando problemas a un rival que, pese a todo, se resistía a echarse atrás. Y puntuar en casa de este Atleti requiere de mucho coraje, de mucho orden y de muchos …. No se puede escribir.

Sobrevivieron los roceños sobre todo porque su portero puso un candado a su puerta. Es verdad que el fútbol del filial fue más espeso que otras veces pero supo acumular ocasiones de gol suficientes para comprometer el merecido resultado de los visitantes que carecieron de frescura en la parte final del encuentro como reconoció el propio técnico de los azules. El punto le puede saber a poco (no debiera) las sensaciones deben insuflar confianza a un equipo que fue capaz de anular primero y aguantar después al campeón de invierno del grupo uno de Segunda b