ANDORRA 2-1 CASTILLA | El Castilla no remata

El Castilla sucumbió por falta de pegada o porque el rival tuvo más. No hay más explicación a una derrota injusta que aleja al Castilla de los puestos de promoción y deja a un buen Andorra líder a falta de disputarse toda la jornada. Los de Raul firmaron un buen partido de medio campo para adelante con el único pero de la finalización, atrás se vieron muy exigidos por un rival con mucha pólvora y no siempre resolvieron bien. Problema de edad de los blancos y de calidad de los andorranos.

Sin complejos, el Madrid salió a mandar. Convencido de su buen momento se echó encima del partido para tener el balón sin temores ante un rival que dio la impresión de dar por bueno ser dominado. La primera de verdad fue madrileña con un centro venenoso de Peter al que no llegaron ni Latasa, ni Aranda por poco. Luego respondió Marc Fernández con un disparo raso que se le escapó cerquita del palo de Fuidias. El arranque del partido era muy interesante porque ambos se buscaban las cosquillas arriba, tratando de imponer la ofensiva. Mediado el periodo el mando del partido cambió de dueño y fueron los andorranos los que tuvieron más posesión y más presencia en campo rival.

Los locales movieron con paciencia, es verdad, e incluso hubo rachas en que metieron al Castilla en su área que además no tuvo la capacidad de sacarse de encima el dominio y armar alguna contra disuasoria. La consecuencia lógica fue una colada por la izquierda de Vila que dejó un pase atrás que Hevel mandó a las mallas. Poca objeción admitió la ventaja local porque los madridistas habían perdido el control del juego por completo y la portería de Rati se había alejado en exceso de los puntas blancos. Con el gol el balón volvió a poder de los visitantes y a punto estuvo Latasa de poner el empate en un remate de cabeza que desvió la defensa cuando se encaminaba a las mallas. Fue el aviso de lo que llegó al borde del descanso: colada por la derecha de Aranda, centro al área y Dotor en un escorzo (casi imposible) cabecea a la esquinita de la portería de Nico Rati que no puede llegar. Al descanso empate tras una primera mitad más que interesante.

Volvió a mejorar el Castilla en la salida de la segunda mitad. Pidió penalti, que lo fue, por agarrón a Gila a la salida de un córner y acto seguido Dotor desaprovechó la ocasión que regaló el portero local en una salida de balón algo expuesta. El Andorra entendió que ese ritmo de partido no le convenía. Recuperó la pelota, más como concepto defensivo, tocando y tocando en zonas que no suponen riesgo para el rival. La diferencia ahora es que el Castilla recuperaba y sí generaba; además sus laterales llegaban con soltura a posiciones de centro. Defendieron bien los locales que intentaron recuperar sensaciones en campo rival con posesiones largas y el fruto llegó en una buena combinación, otra vez por izquierda, entre Vila y Marc Fernández que finiquitó Carlos Martínez comiendo la tostada a la defensa blanca.

Seguramente no resultaba justo porque ahora sí los blancos eran mejores. Aranda desde el tiro libre exigió al portero local, el Castilla volvía a poner el duelo en campo andorrano. Seguíamos teniendo un partido abierto porque el Andorra no renunciaba a salir a la contra. Aunque conforme andaba el reloj el oficio de los locales trataba de enturbiar el encuentro y que se jugara lo menos posible. A los de Raúl les costó desenmadejar la propuesta rival y aún así tuvo la opción en un centro de Santos que se paseó sin encontrar rematador. El descuento fue un asedio en toda regla de los castillistas y tuvimos otra jugada para revisar en una caída de Aranda en la frontal que pareció fuera del área por milímetros. En la estrategia siguiente Arribas la pegó muy arriba desde la frontal. El partido se consumió ante la desesperación de un Castilla que mereció no salir derrotado.