ALCALÁ 4-0 MOSCARDÓ | Rodillo rojillo

contundente victoria de un enrachado Alcalá. El cuadro alcalaíno se mostró muy superior prácticamente desde el pitido inicial, a un Moscardó que eso sí trató de dar la cara en todo momento. Y es que, a pesar de lo contundente del resultado, el equipo de Fran Morillas no se dejó llevar en ningún momento, tratando de proteger la imagen de un escudo con mucha historia detrás.

Como decimos, los locales fueron superiores de principio a fin. A pesar de que todos los goles llegaron en la segunda mitad, los de Jorge Martín de San Pablo trataron de acorralar al rival desde el silbatazo inicial, y en el minuto cuatro ya habían gozado de dos ocasiones, a cual más clara para adelantarse en el marcador. El primero en intentarlo fue Malote, con una chilena dentro del área, en el que habría sido el gol de la temporada, de no ser por Amancio que voló hasta la escuadra para repeler el disparo. Poco después, Garci remató a las nubes desde el interior del área chica.

Estas dos tempraneras ocasiones fueron toda una declaración de intenciones de un Alcalá, que en el cinco vio como tenía que hacer el primer cambio al lesionarse Dani Ponce. Esto no afectó a los cervantinos, que sometieron al Moscardó monopolizando la posesión de balón (de haber datos estaría en torno al 75%). Y teniendo el cuero, donde hay que tenerlo, en campo rival, y jugando siempre hacia adelante, sin caer en la tentación de los toques en defensa. Enfrente, el Moscardó trataba de no salirse del partido, tratando de achicar todo el agua posible, centrando todos sus esfuerzos en que los locales no lograran finalizar jugada, como así ocurrió.

Y es que el Alcalá tocaba y jugaba, pero no lograba poner la puntilla, viéndose obligado muchas veces forzado a rematar desde la frontal del área, lo que dificultaba que los cervantinos se adelantaran en el marcador, a pesar de los remates claros de malote, Ángel, Garcí, Álex Fernández y compañía. Incluso la madera evitó un tanto alcalaíno, en un remate de Murci en una acción a balón parado. Enfrente, Aarón vio como solo en una ocasión pisaron su área, finalizando muy flojo Sergio.

En la segunda mitad llegaron los goles, gracias en parte a un cambio en el juego de los complutenses. Viendo que el tener acorralado al Moscardó no les bastaba, los rojillos cedieron unos metros a los de Usera, jugando más directo para tratar de aprovechar de los espacios que se produjeran.

Y así fue como los cervantinos inauguraron rápidamente el marcador en el segundo tiempo. Siete minutos después del paso por vestuarios, el capitán Huelves metió un balón largo a Álex Fernández, para que éste corriera. El delantero ganó la carrera a los adelantados centrales, y solo en el mano a mano ante Amancio, definió por abajo. Y dos minutos después, justo nada más salir, Alan se marcó una jugada individual que acabó en el 2-0. El canterano rojillo cogió el balón por el perfil diestro, recorriendo el campo de fuera adentro, en la que era la clásica jugada del holandés Robbén. Una vez en la frontal del área, el veinte rojillo remató, rechazando la zaga. La fortuna para Alan fue que el balón le cayó a él mismo, quitándose a dos rivales que le encimaban con un gran recurso técnico. Y una vez solo ante Amancio, cruzó al segundo palo por alto haciendo el segundo en un abrir y cerrar de ojos.

Dos goles por delante en el marcador, el Alcalá bajó ligeramente el pistón, ante un Moscardó que no quiso perderle la cara al partido. A pesar del varapalo de verse dos goles por debajo en apenas dos minutos nada más salir de vestuarios, el Moscardó no se vino abajo. Los de Fran Morillas seguían haciendo lo que podían, alejándose de lo que podrían haber hecho muchos de comenzar ahorrar esfuerzos en un campo tan grande como El Val, bajo el calor que hacía sobre el césped. Pero como decimos, los de Usera no se dejaron ir, e incluso intentaron meterse en el partido con dos acciones de Salvat y Diego, repeliendo Aarón sin muchas complicaciones.

A pesar de que el Moscardó se estiró tímidamente, el partido seguía bajo la batuta local. Con más balón, aunque sin tanta presencia en campo contrario como en el primer tiempo, los de Jorge Martín de San Pablo seguían jugando a lo que querían. Viendo que buscando balones al espacio habían encontrado un filón, tocaban y retenían más el balón en campo propio, buscando lanzar balones para que corrieran los cuatro hombres de arriba. De este modo, Alan recibió un balón por el perfil diestro, plantándose solo ante Amancio. En esta ocasión, el veinte gambeteó ante el cancerbero, al que acabó regateando en área chica, haciendo a placer el 3-0, al poco de cumplirse la hora de partido.

El cuarto y definitivo acabó llegando a un cuarto de hora para el final del tiempo reglamentario. De nuevo Alan recibió por la diestra en profundidad, aunque más escorado. De este modo, centró para Álex Fernández, que en boca de gol y sin rivales a su alrededor, hizo el cuarto. Incluso tuvo opción de hacer el quinto, pero alejándose del individualismo buscando su hattrick particular (opción que también tuvo en un par de veces Alan), el nueve tiró de compañerismo para ceder el balón a Hervías para que también tuviera la opción de marcar. Sin embargo, al menudo delantero rojillo se le marchó el balón por alto, en la que fue la última ocasión del partido.

De este modo, el Alcalá obtuvo una merecida goleada, que unido a los tropiezos de los que eran los dos primeros clasificados (Fuenlabrada Promesas y Pozuelo), logra meterse en los puestos cabeceros, igualando al segundo clasificado. Por su parte, el Moscardó vuelve a lo más profundo de la clasificación, tras haber perdido todos sus partidos salvo la victoria frente al Villaviciosa.