ALCALÁ 3-1 VILLAVERDE | El Val se despide con una sonrisa

Último partido del curso para la RSD Alcalá en su estadio, del que se despidió con una victoria cómoda. En todo momento los rojillos se volvieron a mostrar muy superiores a un Villaverde, que eso sí, no fue de comparsa al vetusto estadio alcalaíno.

Nada había en juego, y se notó casi desde el inicio. Con los dos equipos con la temporada resuelta, el único aliciente para ambos era poner algo de maquillaje a una mala temporada. Al choque le faltaba algo de tensión y de intensidad, aunque tampoco fue una pachanga de pretemporada. Como se previa, los locales se hicieron rápidamente con la posesión del balón, jugándolo con paciencia, sin precipitarse para tratar de evitar errores. Enfrente el Villaverde cuando tenía opción, jugaba rápido y vertical buscando el contragolpe, aunque sin dar pelotazos sin criterio.

Al igual que ocurrió diecisiete días atrás en Boetticher, a los rojillos les costaba muy poco crear peligro. Curiosamente, a diferencia de aquel miércoles, los complutenses jugaron con su equipo titular, pero percutían menos sobre la portería de Damián. Aún así, al trantran, se sucedían las ocasiones de peligro sobre la portería de Damián, que volvió a tener intervenciones de mérito, como un mano a mano que le sacó a Izan nada más empezar. También vio como le sonreía la fortuna al meta, puesto que tras estrellar Álex Fernández el balón en el interior del poste, vio como el posterior remate se le marchaba fuera, cuando ya muchos veían el primer tanto local.

Aunque los cervantinos no eran un torrente de fútbol que barriera a su adversario, parecía cuestión de tiempo y de afinar portería el que el Alcalá se adelantara en el marcador, algo que ocurrió a la media hora. Tras un mal achique de la zaga, el balón cayó en los pies de Nanclares, que con un disparo alto puso por delante a los suyos.

Tras el tanto del vallecano, el partido se animó. El Villaverde sin nada ya que perder se olvidó de precauciones, y comenzó a asomarse por el área rival. De hecho, los de Sergio Fernández pudieron nivelar el marcador, tras plantase solo Camu ante Degre, enviando el balón al lateral de la red. Pero lo que más cerca estaba era el segundo gol local, algo que acabó llegando nueve minutos después del primero. Tras jugada personal, Izan tocó para Nanclares. Éste cedió de tacón el balón para Malote, que entrando por la izquierda, batió a Damián con un disparo raso que se coló cerca del poste, en la que fue la última acción reseñable del primer tiempo.

El segundo comenzó con un cambio en las filas visitantes. El ex rojillo Berlanas (amonestado) fue reemplazado Angelo, aunque el desarrollo del partido no cambió. El Alcalá mandaba sobre el verde, y con poco creaba peligro. Benítez y Garci tuvieron el tercero nada más arrancar; aunque a los ocho minutos del paso por vestuarios, el veinte se desquitó. Tras una posesión larga, Malote abrió hacia la izquierda, donde andaba Izan. Éste volvió a combinar con Malote, aunque enviando el balón sobre la línea de fondo. Desde allí el catorce cedió atrás para la entrada de Garci, que desde la frontal y tras tocar en el palo, hizo el tercero.

Con tres goles de ventaja, el Alcalá levantó el pie del acelerador. Aunque seguía llevando el control del partido, los rojillos se asomaban menos sobre el área rival. Por su parte, el cuadro verderón parecía solo esperar a que acabase el partido lo antes posible, esperando recibir cuando menos castigo mejor; aunque Yerpes probó a Degre, pudiendo haber puesto algo de picante al tramo final del choque.

Pero como decimos, la última media hora prácticamente sobró. Ambos entrenadores agotaron todos los cambios, pero parecían pensar más en el próximo domingo y en evitar lesiones, que en el propio partido en disputa.

Así pues, la última media hora transcurría sin pena ni gloria, y cuando todo apuntaba al 3-0 final, Angelo marcó el honor para los de Boetticher. Fran centró desde la banda izquierda, y cerca de la línea de fondo el mencionado Angelo remató por bajo, sin acertar la zaga ni Degre a despejar el balón, acabando en el fondo de la portería.

El gol dio moral a los de Sergio Fernández, que vivieron sus mejores minutos sobre el campo, mandando en el tramo final. Incluso llegaron a centrar con peligro en un par de ocasiones, pero sin lograr una buena definición, puesto que los disparos no fueron ni entre los tres palos, finalizando el choque con el 3-1.