VILLAVICIOSA 1-1 ATLÉTICO B | Al Villa se le escapan dos puntos

El Atleti B mantiene su imbatibilidad después de rescatar in extremis un punto ante un Villaviciosa que mereció más que el magro empate cosechado. En un partido muy táctico, las mejores ocasiones fueron de los locales, pocas, que plantearon el encuentro con un objetivo claro: desconectar las líneas ofensivas de un rival sobrado de talento. Que el campo ayudó y el tiempo no quitan un ápice de mérito a un Villaviciosa que corrió como si sus jugadores cobraran por kilómetro recorrido, que interpretó a la perfección el plan diseñado y que no tuvo más lunar que no atinar a hacer el segundo en las contras que supo ensamblar en la segunda mitad. Luego vino la jugada para la polémica y el empate.

El inicio fue como el tiempo, nublado. El Villa quiso salir asustando e incluso tuvo una llegada que no supo resolver y quedó en nada. Tuvo el efecto de despertar a un filial que había entrado un pelín tarde aunque tuvo la suerte de que aquello quedara en nada. Entonces pasamos al guion previsible. Mucho balón largo, mucho cambio de orientación y mucho miedo de ambos a perder el balón en zonas complicadas. Lo típico. El balón lo tuvo más el Atleti que también tuvo la mejor en el primer tercio de partido con un balón bombeado que sacó Galán bajo palos. El duelo avanzaba, inexorable, al campo del Villa que asomó arriba con un centro de Prieto que se envenenó tanto que salió lamiendo el palo.

El “B” hizo lo que se le presupone, coger la pelota e intentar llevar el ritmo del partido. El Villa aceptó, inteligente, el papel de esperar. El duelo fue más igual de lo que la posesión indicaba porque aunque el filial tenía más tiempo la bola, los locales se estiraban con peligro a la contra. Aún así la buena disposición defensiva de ambos nos privó de disfrutar de ocasiones de gol claras. El empate a cero del descanso era el premio a ese buen trabajo que no todo va a ser un Badajoz-Leonesa con un 2-3 al descanso.

El Atleti volvió a salir tarde a la segunda mitad. En menos de tres minutos su portero le libraba del 1-0 y acto seguido se adelantaban los locales en un saque de esquina al primer palo que remató Galán más listo que toda la defensa visitante. Lo hemos dicho, los partidos duran hasta que el árbitro pita y empiezan cuando silba. El gol reafirmó a los blancos en su plan y siguieron ejecutándolo con claridad. Incluso las mejores ocasiones llegaron del bando local aunque a la finalización frescura; lógico porque el equipo corría como si no hubiera mañana para tapar en todos los huecos del campo.

Las malas noticias tenían color rojiblanco por su incapacidad para generar futbol, tampoco ocasiones pese a que su entrenador metió todo lo que tenía en el banco para empujar. Pero, lo que es este juego, en una jugada aislada un balón en falta lateral pega, según el línea, en el brazo de un jugador de la barrera y conmina al principal para pitar un penalti que no lo pareció y que el colegiado principal no apreció de entrada. Miguélez puso las tablas desde los once metros. Inmerecido pero los goles se marcan, no se merecen ¿recuerdan la frase? El Villa no había sido capaz de sentenciar a la contra y en un accidente, una jugada aislada acabó por entregar un punto.