TORREJÓN 1 (4) – 1 (5) FUENLABRADA PROMESAS | Más que promesas, campeones

que las finales/eliminatorias se acaben decidiendo en la tanda de penaltis, parece una nueva norma no escrita en el fútbol. Especialmente en la Copa RFFM, que en tres de sus cuatro ediciones ha visto como el campeón salía desde el punto fatídico. En esta ocasión, un filial, el nuevo Fuenlabrada Promesas se llevó el gato al agua, tras anotar sus cinco lanzamientos; ante un Torrejón que tan solo falló el primero.

En líneas generales, la final resultó equilibrada, en un partido con dos mitades muy diferentes. La primera fue más vistosa, yéndose a buscar ambos equipos el uno al otro; mientras que en la segunda el juego se embarulló y resultó mucho más vistosa.

De inicio saltó mejor el filial. La primera media hora fue para los de Sebas Martínez, que aunque no llevaban la iniciativa, si eran más verticales, saliendo muy rápido a la contra con sus dos puntas, ayudados también por Kevin Manzano. Enfrente, Alberto Martín volvió a apostar por una defensa de tres, que le ganó la partida a los delanteros rivales, puesto que aunque se veía mejor a los azulones, éstos no lograban finalizar. No podemos decir que Álex veía el partido plácidamente en la portería, puesto que el Fuenlabrada estaba mejor, pero sí que es verdad que no tuvo que intervenir de mérito para salvar a los suyos. Enfrente, Ñete si veía como el torrejón era capaz de hacer daño a su equipo. Sobre todo en segundas jugadas a balón parado, finalizando siempre jugada el cuadro franjiblanco. Pero sin éxito, puesto que los disparos de los Gonzalo Rodríguez, Cuevas, Mario y compañía tampoco iban a palos.

Y cuando todo apuntaba al resultado gafas al descanso, se vieron los dos goles del partido. Se adelantaron los torrejoneros, con una falta directa. Fernando Domenech lanzó directamente desde una posición muy cercana al pico del área grande desde el perfil zurdo, sorprendiendo a Neto con un lanzamiento que por el camino pareció tocar Gonzalo Rodríguez, pero que finalmente entró sin que el seis tocara el cuero.

Faltaban cuatro minutos para el descanso, y el Torrejón se las prometía muy felices. Sin embargo, el Promesas reaccionó muy bien y sobre todo rápido al golpe recibido, puesto que la alegría torrejonera duró apenas dos minutos. A dos para el descanso, Kevin recibió por el perfil diestro un balón de De Loma. Tras internarse en el área, centró al segundo palo para Valverde, que libre de marca en el segundo palo ajustició a sus ex, nivelando de nuevo el marcador.

Con el gol del empate del filial se llegó al descanso, tras el cual se produjo un cambio en las filas del Torrejón. Alberto Martín queriendo premiar a sus dos porteros, sustituyó a Álex, para dar entrada a Nacho Esteban, sin que esto lógicamente supusiera un cambio táctico ni nada por el estilo en el equipo franjiblanco.

Lo que sí que cambió fue el desarrollo del juego. El calor empezó a apretar (de hecho en la primera mitad no se hizo pausa de hidratación y en la segunda sí), y parecieron acusarlo los futbolistas. No por que se les viera mal físicamente a pesar de estar en pretemporada, pero les costaba hacer un juego fluido. Y con el paso de los minutos peor, puesto que el juego se iba embarullando, teniendo muchas interrupciones, comenzando a verse/oírse muchas disputas entre jugadores de ambos equipos, y dos amagos de tanganas que resolvió como siempre excelentemente Alonso Campos, dialogando, pero con gran autoridad para que la sangre llegara al río.

Debido a ello, apenas se vieron ocasiones de gol en el segundo tiempo. Aunque si tuvieron acercamientos con peligro, las defensas se impusieron a los ataques, y salvo en un par de acciones por bando, los balones quedaban en nada. Y esas acciones se resolvieron con disparos que no fueron a palos, marchándose de este modo los tres porteros sin tener que intervenir.

De este modo, la final se tuvo que resolver un año más a penaltis, siendo el más decisivo el primero que se lanzó, puesto que fue el único que se falló. Gonzalo Rodríguez estrelló el balón en el palo diestro de Ñete, que le adivinó la intención, pero que vio como el balón se estampaba en el poste. El resto, los cinco del Fuenlabrada y los cuatro del Torrejón fueron para dentro, otorgando así el título al nuevo filial azulón.