TORREJÓN 0-0 MÓSTOLES | Aburrimiento familiar

Mala mañana de fútbol en Las Veredillas, que parece que ha dejado de ser el fortín inexpugnable de los tres últimos años. Aunque enfrente estaba este domingo el Móstoles, que llegaba como tercer clasificado, posición de privilegio perdida a orillas de la A2.

Pocas veces un 0-0 hará tanta justicia a lo visto sobre el terreno de juego. Ninguno de los dos equipos mereció más, porque ninguno mereció marcar. Aunque hubo ciertos tramos de partidos en los que dominó alguno de los dos equipos al adversario, lo cierto fue que tampoco fue una superioridad aplastante como para afirmar que mereció más que el rival.

Especialmente mala fue la primera mitad, en la que no se vio nada. Ambos equipos saltaron al campo con mucho respeto al contrario, y con miedo a cometer un error que pueda resultar fatal a falta de cuatro partidos para el final de la temporada. Ni Torrejón ni Móstoles lograban hacerse con el control del balón, al que le costaba fluir. Cada tres-cuatro pases, el balón acababa en el contrario; sino es que no quedaba el juego detenido por Pinilla Serrano, que, con múltiples paradas, tampoco contribuyó a que el partido ganara en ritmo.

En torno al descanso, tanto antes como después, se vieron los mejores minutos de un discreto Torrejón. De hecho, a diez para el entretiempo, los de Michel tuvieron su único remate con peligro del partido, en una jugada individual de Cayena, que, eso sí, atrapó sin problemas Dos Santos. En una muestra de lo que fue el partido, la acción del canterano torrejonero, fue la única ocasión del primer tiempo.

Hubo que esperar a que se cumpliera la  hora de partido, para que llegase la primera ocasión de peligro del Móstoles. En una acción similar a la mencionada de Cayena, y por la misma banda, Portilla chutó con más precisión y fuerza; atrapando en dos tiempos Nacho Esteban. A renglón seguido, un centro de Fer Díaz desde la banda izquierda local, se paseó sobre la línea buscando un rematador, que, solo con tocar el balón, habría adelantado al equipo local.

Estas dos acciones consecutivas dieron un hilo de esperanza a los allí presentes para ver un entretenido tramo final, pero no fue así. Las dos acciones fueron como un oasis en medio del desierto, continuando el partido sin apenas juego y ninguna ocasión. El Torrejón parecía querer intentarlo más, a base de tener más presencia cerca del área (sin pisarla), pero era un quiero y no puedo. Al igual que el Móstoles que ni con el cambio de sus puntas lograba presencia ofensiva.

En el último minuto del tiempo reglamentario, la historia pudo cambiar. Sanjurjo disparó dentro del área a bocajarro sobre Nacho Esteban. En ese momento, a todo el entorno torrejonero le vino a la mente lo sucedido en el último partido en casa frente al Canillas, en el que el equipo de Hortaleza se llevó los tres puntos con un gol en tiempo de prolongación. O como un mes antes, Las Rozas. Sin embargo, para respiro franjiblanco, esta vez Nacho Esteban logró repeler el remate, dejando el partido con el justo 0-0. Un partido que solo quedará en la memoria de la familia González, puesto que significó el primer enfrentamiento entre Michel y Víctor (primos carnales), como entrenadores.