Ya es oficial la composición de grupos de Segunda División “B” para la temporada 2019/20. Y, como ya se barruntaba, a los siete equipos madrileños que competirán en la categoría de bronce les tocará hacer muchos kilómetros por carretera… y por el aire. Y es que la RFEF ha juntado a los equipos B de Atlético de Madrid, Real Madrid y Getafe y al Rayo Majadahonda, Sanse, Inter y Las Rozas con los gallegos (Pontevedra, Coruxo, Celta “B” y Racing de Ferrol), asturianos (Real Oviedo “B”, Langreo, Real Sporting “B” y Marino), baleares (Atlético Baleares, Ibiza y Peña Deportiva), Melilla y Las Palmas Atlético.
Por lo tanto, la decisión final es muy distante de la propuesta que había acordado la RFFM en una reunión celebrada el lunes 8 de julio con los representantes de los siete clubes de nuestra comunidad. Ese reparto encuadraba a los madrileños con los conjuntos de Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha, algo más sensato, debido a la cercanía geográfica con los tres manchegos y con Guijuelo, Valladolid, Burgos o Salamanca, por ejemplo, viajes que no exceden los 250 kilómetros en ningún caso.
De este modo, los madrileños repetirán desplazamiento a tierras gallegas, aunque esta campaña serán cuatro, uno menos que el curso anterior, puesto que descendieron dos (Fabril y Rápido de Bouzas) y solo ascendió uno (Racing de Ferrol); y también a Gran Canaria para medirse al filial de la UD Las Palmas por segundo año consecutivo. Las novedades son los representantes asturianos (no se medían a los equipos de la capital desde la temporada 2012/13), baleares y la UD Melilla, que contrató recientemente para su banquillo al madrileño y ex Unión Adarve Víctor Cea. Estos dos últimos, desde el curso 2004/05 y 2005/06, respectivamente, no compartían grupo con los nuestros.
Menuda aberración de propuesta, menuda forma de fomentar a que viajen los aficionados, por no decir el coste económico de los equipos.