RAYO B 0-1 MÓSTOLES | Bravo estreno

Golpe en la mesa del Móstoles URJC. Los de El Soto se impusieron a un rival directo como el Rayo B, al que cortó su progresión de las últimas jornadas, en búsqueda de robarles la plaza de play off de los mostoleños. Todo en el regreso de Víctor González al banquillo tras sustituir a Fran Morillas.

En líneas generales, no fue un partido muy vistoso. Tampoco se puede decir que fuera un mal partido, o que fuera aburrido, puesto que ambos equipos trataron de jugar siempre el balón. Sin embargo, las buenas intenciones de ambos morían en torno al área, donde bien se imponían los defensores; bien los pases no acaban en el destino deseado.

Cada tiempo estuvo dominado por un equipo. En el primero dominaron los visitantes. Con más balón, los azulones buscaban el desgaste el filial rayista, y algún desajuste para penetrar por bandas a través de posesiones largas. Pero como quiera que los de Iván Amaya no perdían el sitio, los forasteros solo eran capaces de generar peligro a balón parado, con balones altos aprovechando la mayor envergadura de sus futbolistas, aunque sin hacer intervenir de mérito a Pantoja. Curiosamente, a pesar del dominio mostoleño, las mejores ocasiones del primer tiempo fueron para el filial, con tres disparos desde fuera del área, teniendo que intervenir tan solo Dos Santos en un chut de Vere.

Tras el paso por vestuarios, dominaron los rayistas. Siendo más verticales, los de Iván Amaya daban mayores sensaciones de peligro que el Móstoles durante su periodo de dominio. Liderados por un gran Pablo Muñoz (el mejor del partido), los vallecanos inclinaron el partido hacia el lado donde tenían que defender los visitantes, creando peligro con cierta asiduidad. Lo único que les faltaba a los locales, era afinar la puntería, puesto que Dos Santos tan solo tuvo que intervenir en dos oportunidades, sin muchas complicaciones. Enfrente, Pantoja veía plácidamente el encuentro, puesto que el Móstoles apenas se acercaba a su área.

Parecía que el encuentro iba a terminar sin goles, hasta que a cuatro minutos para el final, Bravo dio la victoria al Móstoles. Cuando apenas llevaba seis minutos sobre el césped, el delantero recibió el balón escorado dentro del área, cerca del área chica, y tras colocarse el balón, batió a Pantoja con un disparo raso cruzado, en el mano a mano con el portero.

Por debajo en el marcador, Iván Amaya mandó a todo su equipo arriba, incluyendo un doble cambio con el que dejó a los suyos con tres hombres atrás. A este movimiento, respondió Víctor González atrincherando a los suyos atrás, introduciendo un triple cambio, mutando su equipo a un 5-4-1. La lógica intención del redebutante era que su equipo defendiera con uñas y dientes su gran botín, tratando de arañar también todo el tiempo posible al crono. En definitiva, una acumulación de hombres de los dos equipos en torno a la frontal del área de Pantoja, que benefició a los visitantes, puesto que el balón apenas circulaba por allí. Los rayistas, a la desesperada, colgaron muchos balones, que una y otra vez despejaban los hombres vestidos de azul, debido, en parte, a su mayor envergadura.

De este modo, el Móstoles se llevó los tres puntos de la Ciudad Deportiva, abriendo así una pequeña brecha con el Rayo B y el resto de equipos que les persiguen a ellos y al Pozuelo en búsqueda de la codiciada quinta plaza.