solo cuatro jugadores por bando repitieron del Pozuelo-Alcalá de la temporada pasada, pero la historia se repitió. Si el pasado curso fue Jacobo Alcalde el que anotó a tres para el final, en esta ocasión fue Del Barco el que decantó el partido para los verdes.
A diferencia del partido del pasado mes de Noviembre, nada había en juego en esta ocasión. Poco más que la honra por no quedar último del grupo. El objetivo para ambos era sobre todo ganar minutos y sensaciones, puesto que el tono físico parece óptimo en los dos equipos de cara al inicio (si la pandemia lo permite) de la liga en apenas dos semanas.
Pero que no se jugaran nada realmente importante, no significó que el partido fuera malo. En ningún momento faltó ritmo, ni mucho menos la intensidad. Con los dos equipos siempre queriendo jugar, aunque sin pólvora arriba. Pero las buenas intenciones no se transformaban en ocasiones, puesto que a la hora de finalizar y sorprender al adversario, ninguno tuvo precisamente su mejor día. El Alcalá tenía algo más el balón, pero el partido era más un ir y venir en el primer tiempo, pero como decimos, sin ocasiones. Por los complutenses, Izan por dos veces rozó el gol; mientras que en el bando verde Óscar Saugar y Moha se toparon con Degre.
La segunda mitad, tuvo más color azul. Los de Jorge Martín de San Pablo amasaban más el balón, acercándose menos a la portería rival, pero jugando más en campo contrario. Enfrente, el Pozuelo parecía cómodo con la situación, sabiendo que su adversario no estaba siendo capaz de superar su última línea. Aunque todo pudo cambiar nada más arrancar el segundo tiempo, con una triple ocasión complutense. Alamancos botó una falta directa que repelió Alan. El cancerbero también despejó el remate de Shafa en el rechace; mientras que el tercer remate, obra de Gonzalo Rodríguez, lo sacó Megía sobre la línea.
Fue una muestra de que el Alcalá iba a por todas, en una gran segunda mitad, en la que también pudieron anotar los mencionados Alamancos, Gonzalo Rodríguez y Maikel. Pero los tres se toparon siempre con Alan, que dicho sea de paso, tampoco tuvo muchos problemas para evitar los tantos. Enfrente, el Pozuelo no pisaba el área rival, aunque con el paso de los minutos, sobre todo en el tramo final, se sacudió el dominio cervantino, haciendo daño en la especialidad de su entrenador: a balón parado. De hecho, Megía estrelló el balón en la cruceta, a un cuarto de hora para el final, tras una jugada de estrategia a la salida de una falta.
Y cuando todo apuntaba al 0-0 final, con el que los dos equipos se despedirían de la competición sin ganar un solo partido, de nuevo a balón parado, los verdes se llevaron los tres puntos. Tras un saque de banda, Del Barco tocó atrás para Barroso. Éste le devolvió el balón picándolo sobre la defensa en la línea del área grande, para que Del Barco anotara el gol, tirando de recursos. Tras controlar el balón con la pierna izquierda, de espaldas a portería, se cambió el balón de pie en el aire; y a la media vuelta, a la vez que cayéndose, alojó el balón en el fondo de la red, por bajo, ajustando el balón al palo.
Y con el gol murió prácticamente el partido, puesto que aunque se disputaron unos seis minutos con el descuento, nada más reseñable ocurrió, quedándose así la victoria el Pozuelo, evitando un último puesto en el Grupo 2 que cierra el Alcalá.
POZUELO |
Alan; Robles (Camello 76’), Carlos, Momprevil, Prada (Megía 32’) (A); Darío (A) (Barroso 76’) Héctor; Óscar Saugar (A) (Álvaro 76’), Moha (Godoy 62’), Dani García (Morato 62’); y Del Barco (A). |
ALCALÁ |
Degre; Huelves, Murci, Pancorbo, Adrián; Gonzalo Rodríguez, Maikel (A), Alamancos (Hervías 81’); Izan (Javi Gil 84’), Nanclares (Pradillos 76’) y Shafa (Hugo 81’). |
GOLES | 1-0 Del Barco (87′). |
ÁRBITRO | Díaz Rodríguez. |
INCIDENCIAS | Valle de las Cañas. Partido a puerta cerrada. |