PINTO 1-2 ALCALÁ | Contra las cuerdas

no suelen salir bien los homenajes en el mundo del fútbol. Sea a quien sea, aunque sean en partidos ya intrascendentes, los caprichos del fútbol no quieren alegrías para los homenajeados en dichos partidos. En el Amelia del Castillo se homenajeaba al capitán local, Iván González, que deja el fútbol, y al colegiado Torres Carrión, que también arbitró su último partido. Frente a frente estaban el Pinto, con la temporada en juego, y un Alcalá con todo resuelto, que vivía su último partido del curso al tener que descansar la última jornada.

Y fue quizá ese exceso de obligación y necesidad lo que pudo con los pinteños. Se podía esperar un Alcalá con un punto de relajación al tener ya todo el pescado vendido; y a un Pinto más enchufado que fuera a por todas desde el inicio, para evitar complicaciones. Y solo se dio lo primero. Los visitantes, más relajados, fueron a competir sin perder la cara al partido, pero sobre todo a tratar de jugar bien y despedirse con un buen sabor de boca. Los de Jorge Martín de San Pablo tenían más el balón y trataban de amasarlo más que un equipo local, que parecía no tener prisa. Quizá los de Javi García esperaban a que el segundo tiempo, el calor y el cansancio fueran sus aliados ante un equipo sin nada en juego, y parecían reservar fuerzas para el mismo.

Fruto de esto se vio un Alcalá dominador. Sin arroyar al rival ni ser un torrente de fútbol, pero dominando la situación, jugando mejor, y creando peligro. Sin mucha asiduidad, pero eran los visitantes los que frecuentaban más el área rival. En la primera media hora, Hervías se plantaba solo ante Morales, que le quitaba un gol cantado con una gran mano abajo; mientras que Malote tuvo tres. Primero en otra contra que solventó Morales; más tarde desde la esquina buscando el gol olímpico, encontrándose también con el guardameta; mientras que por último vio como Gascó sacaba su remate sobre la línea. Enfrente los rojinegros tan solo se asomaron una vez con verdadero peligro por el área del debutante juvenil Héctor, que no pareció tal. Solo ante uno de los veteranos del grupo como es Goal, le arrebató al delantero el balón dentro del área, cuando todo apuntaba a que el futbolista pinteño iba a regatear al portero y marcar a placer el 1-0.

Parecía que se iba a llegar al descanso (sin pausa para hidratación a pesar del calor) con el 0-0, hasta que a cinco minutos del mismo los visitantes se adelantaron en el marcador. Tras un gran pase en profundidad de Izan, Hervías se marchó en velocidad de la zaga, ganándole esta vez sí el mano a mano a Morales, al que batió con un disparo raso cruzado al segundo palo; en la que fue la última acción destacada del primer tiempo.

Tras el paso por vestuarios, si se vio al Pinto esperado. Enchufado desde el inicio, yendo a morder al contrario, y buscando la portería rival. Y aunque de nuevo Malote tuvo el 0-2 nada más salir, a los nueve minutos de la reanudación lograron los pinteños nivelar la contienda. En un balón largo, Goal le ganó la disputa a su par y se plantó solo ante Héctor. Y al igual que le ocurrió a Hervías, esta vez el delantero se desquitó ante el portero, con una gran bolea que significó el 1-1.

Parecía que se iba a cumplir el guion preestablecido, dada la mayor necesidad de los locales, que de primeras, tras el gol, siguieron intentándolo. Aunque no lograban crear peligro real, si daban mejores sensaciones los locales, y parecía que al final se llevarían el gato al agua. Pero curiosamente, pasado el ecuador del segundo tiempo, los rojinegros bajaron sus prestaciones. El partido se equilibró. Aunque se jugaba más en la parte del terreno de juego en la que defendían los visitantes, lo cierto es que apenas pasaba nada. Y lo poco que ocurría, era en el área rival, al tener los locales la defensa muy adelantada, cazando a los del Amelia al contragolpe. Así, Hervías de nuevo gozó de un mano a mano que repelió Morales; mientras que Álex Fernández remató muy mordido otro mano a mano. Por los locales, Losada tuvo el 2-1, pero se le marchó fuera.

Las espadas estaban en todo lo alto. El Pinto, en inferioridad numérica por doble amarilla a Yorman en los apenas veinte minutos que jugo, trató de volcarse con todo. Con más corazón que fútbol, los de Javi García eran un quiero y no puedo ante un Alcalá tranquilo, que lo fiaba todo al contragolpe con la velocidad de sus tres puntas. Y acabó ocurriendo esto último, en un gol fabricado por dos futbolistas que el pasado curso defendían los colores del Pinto. Sergio Jerez metió un gran balón a Álex Fernández en un gran cambio de orientación del juego, con un pase de más de cincuenta metros. Sin oposición, el delantero fue de fuera hacia dentro por el perfil izquierdo. Morales decidió aguantar en el área chica, hasta que el Álex pisó la grande, y trató de hacerse grande para salvar la situación. Pero ahí fue cuando el delantero tiró de clase y veteranía, mandando el balón al segundo palo, sin que el meta pudiera hacer nada por evitar el 1-2.

Tras el segundo gol de los visitantes, el partido se convirtió en un corre calles. El balón iba y venia de un campo a otro sin apenas criterio. En el Pinto no defendía prácticamente nadie al no tener ya nada que perder, pudiendo hacer los forasteros el 1-3 en un par de ocasiones.

Pero sin lugar a dudas, la mejor opción fue para los locales. Raúl caía derribado dentro del área, decretando Torres Carrión sin dudarlo la pena máxima. Y fue el propio Raúl el que asumió la responsabilidad de lanzar el penalti en tiempo ya de prolongación. El siete trató de batir a Héctor con un disparo raso, a la izquierda del meta. Sin embargo, el joven cancerbero adivinó la intención del lanzador, y atrapó sin aparentes problemas el balón, hundiendo la moral rojinegra. Y aunque se disputaron tres minutos más desde el lanzamiento de la pena máxima, ya nada ocurrió. El Pinto quedó grogui sobre el césped, muy muy tocado, ante un Alcalá que no quiso hacer más sangre.

Con esta derrota, el Pinto queda al borde del abismo. Las únicas cuentas válidas para los de Javi García es ganar los dos partidos que les quedan. Todo lo que no sea ganar en Majadahonda al Paracuellos el próximo miércoles, o al Complutense el domingo en Alcalá de Henares, dará con los rojinegros en Preferente después de más de veintitrés años. Por su parte, el Alcalá cierra una discreta temporada, que le ha llevado a luchar por la permanencia tras una irregular primera fase en la que empataron diez de los veintidós partidos disputados. Eso sí, en esta segunda se han aplicado los de Jorge Martín de San Pablo, en la que han ganado ocho de los diez partidos disputados, habiendo derrotado eso sí a todos sus rivales.