NAVALCARNERO 0-0 POBLENSE | El Naval no supo sentenciar

un punto que sabe a poco es el conseguido hoy por el Navalcarnero en el encuentro de la séptima jornada que le enfrentaba a un rival de características y objetivos muy similares. Dos recién ascendidos, dos equipos comprometidos, jóvenes, ambiciosos y que compiten como pocos. Los rojiblancos se quedaron con la miel en los labios tras no haber podido irse por delante con una gran primera mitad, en la que sometieron al rival, según palabras del propio técnico visitante, en la línea que les viene caracterizando en este arranque liguero.

Pero, al final, un punto que sirve al Navalcarnero para seguir sumando en una liga tan competida tras protagonizar una muy buena primera media hora de partido. Aunque en la rueda de reconocimiento inicial serían los baleares quienes avisaran primero, pronto el Navalcarnero, con su juego rápido, vertical y eléctrico, con un Dani del Moral soberbio, se hizo con el control del juego.

De las botas del gaditano salieron las oportunidades de mayor peligro. La primera, muy clara, en el minuto cuatro, con una buena internada por banda derecha y su centro al área que Gonzalo Sáiz remataba alto. Poco después, de nuevo el andaluz llevaba la voz cantante, encarando a Imanol, aunque se escoraba bastante y su disparo cruzado, apurando línea de fondo, se marchaba fuera.

De nuevo Dani del Moral, en el minuto 19, remataba de cabeza al palo antes de que, en su primera oportunidad, el Poblense, por mediación de Jaime, pusiera en aprietos al Navalcarnero. La buena intervención de Aitor al disparo lejano del anterior lo malograba. Un minuto más tarde, de nuevo los insulares lo intentaban en un saque de esquina, pero Aitor intervenía bien en dos tiempos.

Poco antes del descanso, gran jugada de Dani de Moral por banda derecha, pero su disparo cruzado se marchaba fuera por poco. Así se llegaría al descanso.

Tras la reanudación, el ímpetu local decayó y el partido se igualó, tanto que las ansias de vencer del Navalcarnero toparon con un Poblense bien plantado, al que le venía bien el empate y que exponía poco, estando, más bien, atento a los posibles fallos locales, sobre todo a la contra.

La entrada de Ramón intentó dar un poco de frescura al equipo pero aunque las llegadas eran constantes, Jesús de Miguel no tenía su día y la defensa del Poblense se mostraría implacable hasta el final.