NAVALCARNERO 4-2 SEGOVIANA | La fe mueve montañas

después de la traumática derrota de la pasada jornada, el encuentro de hoy ante la Gimnástica Segoviana era trascendental para el Navalcarnero. Y más aún cuando el cuadro de Pablo Álvarez llegaba con varias e importantes bajas, como los sancionados Ontiveros, Sergio Navarro y Busi, el lesionado Alex Gil o los tocados David Gómez y Fratelli, que ocuparon plaza en el banquillo.

Pero este bendito deporte demostró que cuando peor, mejor, esto es, que no hay que lamentarse de todos los males de un equipo porque el fútbol no deja de sorprendernos. Tras una discreta primera mitad, el Navalcarnero llegó al descanso perdiendo por 0-1 y terminó ganando, no sin apuros, por 4-2.

El conjunto segoviano fue el dueño de la primera mitad en términos generales y eso que las cosas no se le ponían bien cuando en el minuto dos tenía que hacer el primer cambio por la lesión de Szymanowski. Los foráneos avisaron en un centro de Adrián Pérez, apurando línea de fondo y sirviendo a Nanclares, quien solo tenía que rematar casi a puerta vacía. Lo de casi es porque topaba con un providencial Aitor González que supo tapar bien e impedir el primer tanto segoviano.

El ariete de los visitantes no fallaría, sin embargo, en el minuto 21, cuando recibía el balón en el área, se incursionaba y casi sin ángulo cruzaba el cuero sin que el meta navalcarnereño pudiera evitar que entrara.

El gol dio confianza a los visitantes, que se hicieron con el control del juego y lo volvieron a intentar en el minuto 32, cuando Conde lanzaba una falta desde el centro del campo y Mansour remataba, sin éxito, con la testa.

Los de Pablo Álvarez, por su parte, solo tuvieron un acercamiento de peligro, con un centro de Fran Pérez sobre Marcos Mendes, que el delantero guineano enviaba cruzado fuera.

El primer intento de auténtico peligro para los navalcarnereños llegaba en el minuto 35, cuando en una jugada similar a la del tanto segoviano, Marcos Mendes recibía en el área, a pase de Fran Pérez, pero su remate cruzado se marchaba lejos de la portería de Carmona. Respondía la Segoviana con testarazo de Mansour sobre Nanclares, quien intentaba de nuevo el remate, chocando de nuevo con la acertada intervención de Aitor. Así se llegaría al descanso.

Tras el descanso, el destino y el dibujo del partido cambiaron. Los locales se hicieron con el control de partido y aprovechando las deficiencias del rival a balón parado culminaron la remontada con cuatro goles de bonita factura. Previamente al empate, Rahim lo había intentado con un disparo desde la frontal que se marchaba alto.

El empate del Navalcarnero llegaba en el minuto 57, en una falta lateral lanzada por Dani Hernández que Miki Muñoz, incorporado al remate y emergiendo entre la zaga segoviana, alojaba con la testa dentro de la portería de Carmona. El empate aturdió a los visitantes y eso quiso aprovecharlo el Navalcarnero, quien se dotó de paciencia, controlando el choque, espoleado por su afición, y obtuvo la recompensa en el minuto 74.

En ese instante llegaba el tanto de la remontada, que ejecutaba Lorenzo, atrapando un balón rechazado, desde fuera del área, con un disparo raso pero de gran potencia que no podía atajar Carmona. Bien se le ponían las cosas al Navalcarnero, sobre todo cuando dos minutos más tarde la Segoviana se quedaba con un hombre menos por la expulsión, por doble cartulina, del defensor foráneo Rahim.

Con uno más, el tercer tanto llegaba en el minuto 80, en una buena jugada a la contra en la que Marcos Mendes emprendía la marcha con el cuero desde el perfil izquierdo, se internaba en el área y centraba sobre Fran Pérez quien, llegando desde atrás, golepaba con tanto acierto como contundencia. Llegaba el 3-1.

Pero como no hay buen partido sin zozobra e intriga, en el minuto 82, la Gimnástica Segoviana hacía el 3-2 dos minutos más tarde cuando Borrego aprovechaba varios rechaces en el área para alojar el cuero en la red defendida por Aitor González.

Parecía que podía llegar el empate pero también el cuarto local. Y, afortunadamente, llegó esto último. Con dos equipos volcados, sobre todo el visitante, que tenía poco que perder, un buen pase entre líneas de Expósito sobre Aitor Núñez permitía a este entrar en el área, recortar a Carmona y con mucho temple, hacer el cuarto, el tanto de la tranquilidad y del éxtasis en la grada navalcarnereña. Así acabaría el encuentro.