NAVALCARNERO 0-2 CEUTA | Fin del sueño

no pudo ser, y el sueño (o marrón) de la Primera RFEF del Navalcarnero llegó a su fin en Alcoy. En el vetusto estadio del Collao, el Ceuta se mostró muy superior en todo momento, y se llevó con justicia el billete para disputar la eliminatoria definitiva por el ascenso.

Y es que en ningún momento se encontró cómodo el cuadro rojiblanco. Tras los minutos de tanteo clásicos de los primeros compases, en los que el Ceuta fue apretar muy arriba, los ceutíes se hicieron con el control del balón, y con ello del partido. Una situación muy incómoda para los de Pablo Álvarez, acostumbrados a ser ellos lo que dominan y someten al rival.

El Navalcarnero sufría sobre el césped, ante un Ceuta con las ideas muy claras, que jugaba sin prisa buscando con paciencia un hueco en la zaga madrileña, algo que ocurrió llegando el minuto diecinueve. Tras un balón a la espalda a la defensa navalcarnereña, David Alfonso centró con calidad para Pito, que con la testa cruzó el balón al palo contrario. Todo un mazazo para los nuestros, que poco antes vieron como Álex salvaba el primero en un remate de Guzmán.

Tras el gol, el desarrollo del juego no cambió. El Ceuta seguía mandando sobre el césped, ante un Navalcarnero que seguía sin ser capaz de hacerse con el balón y que no lograba elaborar. Una situación delicada para los rojiblancos, que diez minutos después del primer gol vieron como los caballas hacían el segundo. De nuevo tras una internada de David Alfonso, asistiendo en esta ocasión a Ismael César, que también cruzó al segundo palo, aunque en esta ocasión con el pie, justo antes de que el colegiado decretara la pausa de hidratación.

Reanudado de nuevo el encuentro, el cuadro norteafricano levantó ligeramente el pie del acelerador. Quizá esperando una reacción en tromba de los nuestros, buscando a la desesperada recortar distancias antes del descanso. Y aunque los de Pablo Álvarez mejoraron ligeramente, no lograron crear peligro sobre la portería de un Montagud que no tuvo que intervenir en todo el primer tiempo.

Tras el paso por vestuarios, Álex Gil dejó su sitio en el césped a Fran Pérez. Un cambio de cromos con un perfil más ofensivo, y sobre todo un cambio táctico, aparcando Pablo Álvarez los tres centrales adelantado a Miki Muñoz al centro del campo que a punto estuvo de ser letal. Y no por la nueva disposición o por los futbolistas implicados, sino porque en los primeros minutos, con los rojiblancos tratando de adaptarse a su nueva situación táctica, a punto estuvo Pito de cerrar definitivamente el encuentro. El pichichi caballa se plantó solo ante Álex, que cuando estaba a punto de ser fusilado vio como Pito se resbalaba, acabando en nada lo que podía haber sido el broche definitivo al partido.

Pasado el susto inicial, el Navalcarnero mejoró. La entrada de Fran Pérez dio otro aire en ataque a los rojiblancos, que, aunque no lograban crear ocasiones claras de peligro, al menos si daban mejor imagen, dando la sensación de que en cuanto lograran conectar los hombres de arriba, podrían meterse en el marcador. Y viendo que los nuestros empezaban a ser ese equipo que le sobraron jornadas para clasificarse para el play off, el Ceuta comenzó a parar el partido para que se cortarse el ritmo. Y ahí también fue superior el equipo de Chus Trujillo, que logró llevarse el partido a ese terreno, y sobre todo, logró que los madrileños no le crearan peligro en todo el partido. Ni tan si quiera cuando Fratelli se puso arriba de palomero, tratando de cazar algún centro y buscar la heroica.

En definitiva, una justa eliminación del Navalcarnero, lo que no emborrona una magnífica temporada de los del Mariano González, que no partían en ninguna quiniela como favoritos, y que con haber logrado la permanencia habrían cumplido más que de sobra con el objetivo de la temporada.