MÓSTOLES CF 0-1 ALCALÁ | Ganó el que metió el penalti

se enfrentaban Móstoles CF y Alcalá por primera vez en el Andrés Torrejón, con prácticamente todo el pescado vendido para ambos esta temporada. Un partido casi de trámite, que además ambos equipos afrontaron con bajas muy significativas, lo que también se notó sobre el césped. Y como quiera que el fútbol son detalles, al final se acabó decantando en favor de los rojillos, gracias a que los de Jorge Martín de San Pablo si aprovecharon su lanzamiento de penalti; mientras que los locales vieron como Degre repelía el lanzamiento desde los once metros a Jose Ángel.

Al partido le faltó ritmo, y claridad en el juego. El Alcalá trató de adueñarse del esférico, aunque lo tuvo menos de lo que viene siendo habitual. Y sobre todo, el faltó una chispa arriba, para ser determinante en los últimos metros, sin sorprender a la zaga rival. Lo mismo le ocurría al Móstoles, que aunque trataba de jugar más directo, tampoco se veía capaz de superar a la inédita zaga complutense.
Fruto de todo esto, el partido resultó aburrido para el espectador. Sobre el césped se veía un derroche físico y de intensidad (ninguno se guardó nada), pero poco fútbol. Los cervantinos movían con más calidad el esférico en campo propio, pero a la hora de la verdad, les faltaba un puntito. Y aunque tuvieron algún acercamiento peligroso, y algún que otro centro que se paseó buscando un rematador que solo tuviera que empujar el esférico, lo cierto fue que no probaron a Alberto Morán en todo el primer tiempo. Enfrente, los azulones no lograban pisar el área, y probaban fortuna desde fuera de la misma, y si hicieron intervenir al meta Degre. La primera vez en un disparo de Pacheco que atrapó sin complicaciones; mientras que en el tiempo de descuento del primer acto Christian si obligó al meta a hacer una buena estirada en una falta directa, con la que acabó el primer tiempo.

Tras el paso por vestuarios, salió más enchufado el cuadro mostoleño. Más metido en el partido, ganando metros sobre el césped, y jugando más en campo rival. Se veía otro aire en el equipo de Jesús Lucas, fruto de ello se encontraron rápidamente con una ocasión pintiparada para ponerse por delante en el marcador. Apenas habían pasado cinco minutos desde el paso por vestuarios, cuando Helmer caía derribado dentro del área. Sin dudarlo un solo instante, Clavería García decretó los once metros. El encargado de ejecutar la pena máxima fue Jose Ángel, que vio como Degre le adivinaba la intención. El central lanzó a la derecha de guardameta, a media altura, hasta donde llegó el cancerbero para repeler el esférico y mandarlo a córner.

El penalti en contra fue lo que hizo despertar al Alcalá de su letargo. No es que los rojillos comenzaran a barrer del campo al Móstoles ni mucho menos, pero si comenzaron a mandar en el juego, y a crear alguna ocasión de peligro, aunque seguían sin rematar entre los tres palos. Por su parte, el partido parecía comenzar a hacérsele largo a un Móstoles que apenas podía hacer sustituciones, ya que tan solo tenía cinco efectivos en el banquillo; y alguno era de relleno sin estar en disposición de poder jugar realmente.

A nueve para el final, llegó la jugada que decantó el partido en favor de los complutenses. Izan (que revolucionó a los suyos con su salida al campo) fue derribado dentro del área por Pacheco, señalando de nuevo el colegiado los once metros. Álex Fernández asumió la responsabilidad de lanzar el penalti, lanzándolo por bajo a la derecha de un Alberto Morán, que se venció al lado contrario.

Por debajo en el marcador, el Móstoles pareció tirar definitivamente la toalla, ante un Alcalá que tuvo la oportunidad de sentenciar el partido por mediación de Izan. Pero Alberto Morán con una buena para da por bajo lo evitó, permitiendo que el choque llegara con algo de vidilla a los últimos instantes por aquello de lo ajustado del marcador.

Pero ninguno de los dos equipos hizo merecimientos para más, finalizando así el partido con el consabido 0-1, que aleja cualquier tipo de posible fantasma sobre los rojillos; y termina de acabar con las esperanzas azulonas, que el próximo domingo podrían ver como su descenso ya es matemático.