LAS ROZAS 3-1 NAVALCARNERO | El efecto resaca

el Navalcarnero vivió hoy el efecto resaca de la semana que acaba de terminar. Y no por exceso de confianza sino más bien por el desgaste físico que suponen tres partidos, con máxima exigencia, en apenas ocho días. Las Rozas, por su parte, obtuvo una más que importante y necesaria victoria en un partido en el que siempre fue con una marcha más ante un equipo al que le pesaban las piernas.

La primera mitad fue dominada por el conjunto roceño, más chisposo y activo durante el primer periodo ante un Navalcarnero voluntarioso que acusaba los ciento ochenta minutos disputados en apenas siete días. El primer susto para los visitantes lo daría Augusto en el minuto 18, con un disparo desde fuera del área que se estrellaba en el travesaño de la portería de Aitor. Precisamente el cancerbero rojiblanco salvó el que pudo ser el primer tanto local ocho minutos más tarde, cuando repelía a bocajarro un buen testarazo de Carrasco.

A renglón seguido respondían los de Ayllón, a la contra, con un buen centro de Ramón Blázquez, desde la banda diestra, hacia Juan Esnaider, anticipándose bien la zaga local para desviar a córner. En el posterior saque de esquina, Luis Fratellli cabeceaba al travesaño. Empate a un palo.

Antes de llegar al descanso, en apenas tres minutos, Las Rozas dejaría sentenciado el partido. En el minuto 39, Manu Jaimez derribaba a Augusto dentro del área y Fuentes Molina señalaba una pena máxima que materializaba con acierto, desde los once metros, Indiano.

Tres minutos después, Losaba recogía en el área e cuero y cruzaba al palo largo, lejos del alcance de Aitor, poniendo el segundo tanto para la ventaja roceña.

Tras el descanso, el Navalcarnero pareció reaccionar, estirando líneas, pero no tuvo claridad de ideas ni, lo más importante, acierto ni definición. Avisaron primero los locales con un remate de Algarra, dentro del área, que iba a manos de Aitor.

En el minuto 58, contra navalcarnereña, Dani del Moral entraba por la banda zurda y a ponía a Ramón, despejando por poco la zaga roceña a corner, que se lanzaría sin consecuencias.

Los minutos fueron transcurriendo con los intentos vanos y voluntarios pero estériles de un Navalcarnero ante un conjunto local que tenía el partido controlado con comodidad. Tanto que, con el tiempo ya cumplido, en el minuto 91, Álvaro Portero recogía un balón rechazado en el área visitante, y enviaba dentro de la red navalcarnereña.

Dos minutos más tarde, David Rodríguez, con otro balón rechazado, desde fuera del área, ponía el gol de la honra navalcarnereña.