se preguntaba un entrenador colchonero ¿qué es eso de jugar bien? Otro, ex de este Inter, decía que para él jugar bien era hacer lo trabajado durante la semana. El debate da para llenar páginas y no creo que ninguna se acuerde de lo hecho por el Marino en la primera mitad ¿Por qué? Porque perdió. En el conjunto del encuentro los luanquines hicieron algo más, incluso firmaron las mejores ocasiones y perdieron por falta de experiencia. Les queda mucho trabajo para adaptarse a una categoría con poco romanticismo y muchas fieras que devoran sin remordimientos.
La primera mitad fue de control interista aunque las ocasiones más claras estuvieron de parte visitante. Los asturianos cedían el balón y esperaban que una contra ofreciera rentabilidad a su inversión defensiva. Pudo ser sobrepasado el cuarto de hora cuando Luis Morán puso una pelota que se paseó por el área, Alex Arias no atinó a poner la bota para abrir el marcador. Tampoco minutos después esta vez a servicio de Boedo, su remate a bocajarro se fue fuera por los pelos.
Despertó el Inter, o mejor dicho, ajustó su labor en medio campo para evitar perder balones que alimentaran las contras astures. El partido se quedó casi en nada. Salvo un buen disparo de Nouman, alto por poco, los locales no firmaron ocasiones claras para desequilibrar. Jugaban el partido que convenía en ese momento porque las sensaciones originales no eran muy prometedoras para los de Marcos Jiménez. Cuando menos consiguieron que el campo se desnivelara hacia el otro lado; cierto que no probaron mucho a Javi Porrón porque faltó remate pero dio la impresión de ser el paso necesario para seguir avanzando.
Además el Inter aprendió. Arrancó con paciencia la segunda mitad, mandando y teniendo la pelota. Sin pérdidas. Esperando, acechando. Los asturianos se pegaron un tiro en el pie con una penalti más que evitable. Pudo haber juego peligroso antes, muy justo si lo fue; lo que no se cuestiona en la mano. Impagable servicio para el Inter que aún no había tirado a puerta con peligro. Demasiada ternura de los visitantes.
Los de Marcos Jiménez volvieron a mostrar más tino. Esperaron, con el balón en su poder, que la prisa desarmara la defensa rival. Los asturianos se desmoronaron con el paso de los minutos y ya no encontraron hueco para generar peligro. No estuvieron cerca del empate en ningún momento, por el contrario fue el Inter quien tuvo opciones para ampliar la renta. No fue así, tampoco hubiera sido demasiado justo porque la distancia que hubo en el partido no era para tanto.
INTERNACIONAL DE MADRID | Felipe Ramos; Aitor (Joao 85´), Moyano, Llerena, Simón (A); Mancebo (Junior 60´), Del Pozo, Chevi, Nouman (Gallardo 81´); Rubén Ramos y Aythami (A). |
MARINO DE LUANCO |
Javi Porrón; Borja (Iván 80´), Trabanco, Pablo Pérez, Guaya; Lora, César Suárez (Abraham 72´); Luis Morán, Alex Arias, Boedo; y Mika (Matheus 64´). |
GOLES | 1-0 Rubén Ramos (penalti) (52′). |
ÁRBITRO | González Campo, colegio gallego. |
INCIDENCIAS | Ángel Nieto, unos 200 espectadores. |
Los Importantes 2019/2020 | |||||
INTERNACIONAL |
– |
||||
3. | – | 3. | – | ||
2. | Chevi | 2. | – | ||
1. | Llerena | 1. | – | ||
E: | Marcos Jiménez | 2 | E: | – | – |