HUMANES 1-3 URSARIA | Mucha distancia

el fútbol, en general, y la preferente en particular es un campo minado para los “buenos” equipos en muchas ocasiones. No fue así en el Emilio Zazo. El que más recursos tiene, el que mayor fondo de armario dispone y el que más calidad (con mucha diferencia) tiene se llevó una merecida y justa victoria. Hubo quince minutos para labrar la sorpresa, pero al final la realidad de un Ursaria muy superior (salvo entusiasmo quizá que ahí hay empate) se impuso a la voluntad de un Humanes que va a sufrir mucho, mucho para salvar la categoría.

Pronto expusieron los visitantes su intención de sumar los tres puntos con una colada de Charli que se quedó delante del meta con el balón en el piso y remató alto. En su descargo decir que lo hizo con su “pierna mala” malogrando un control de cine. Poco después otra colada suya acababa con susto para los locales aunque atenuado por Tejeda que acertó a cruzarse para evitar el remate franco de Peli. Aunque visitantes, el mando del juego caía en los pies del Ursaria que enseguida supo sacar provecho con un penalti tan claro como innecesario sobre Peli que los puso por delante.

El gol asentó aún más al equipo albinegro que monopolizó el balón, llevó al Humanes a defender en su área y, de propia, cercenó cualquier acercamiento a su portería. Para los locales la misión se limitaba a salir con el menor daño posible del vendaval de fútbol que le estaba llegando y esperar un despiste, un accidente o una genialidad. Se dio algo de todo (error sobre todo) eso en el balón que cazó en la frontal Diego (un juvenil) para largar un zapatazo inapelable sin replica posible para el portero. El fútbol es en esencia eso y cuanto más se baja de categoría más probabilidad de que ocurran estos maravillosos accidentes. De repente al Ursaria se le hizo de noche y el Humanes pudo acercarse al área contraria aunque fuera sin mucho peligro. Lo suficiente para llegar en tablas al asueto.

Otro error del bisoño portero local provocó una perdida que el mejor de los visitantes, Borja, convirtió en una asistencia para que Royo devolviera la delantera a los suyos. Seguramente estábamos viendo los mejores minutos locales cuando otro “accidente” daba ventaja al contrario. Otra gran jugada a la contra del Ursaria acababa con un magnífico pase para la llegada de Bassir que, pese a la buena intervención de Hugo, aprovechó el rechace para poner más distancia por medio. Y para que no faltara de nada nos llevamos un susto morrocotudo con un feo choque de Royo con la valla que le acabó sacando del partido.

El Humanes quiso apelar al orgullo, el problema era que, mientras el rival tiraba de repuestos que mantenían el nivel sin naufragar ante el cansancio, los locales sentían el peso de los minutos y de un calor traicionero. Hubo ocasiones en ambas áreas en los minutos finales más por inercia que por otra cosa aunque faltó acierto para redondear un resultado que no ofrece interpretaciones adicionales.