GALAPAGAR 2-0 LAS ROZAS | Soplo de aire fresco para el Galapagar

Se acerca el tramo final de temporada. O lo que es lo mismo, los equipos en riesgo de descenso aprietan, sin importar el rival al que se enfrenten. Tampoco los condicionantes que pueda haber. El Galapagar, que empezó el partido con los mismos puntos que la zona roja, ganó a Las Rozas, quinto clasificado, en un partido claramente marcado por el fuerte viento. Pero los serranos fueron más competentes y más prácticos tanto con él en contra (así marcó el 1-0) como a favor (cuando anotó el segundo).

Una victoria tan necesaria como merecida, aunque quién adivina cuál podría haber sido el desenlace si el testarazo de Marc Echarri a quemarropa a los once minutos de juego no se hubiera topado con una intervención providencial de Sergio. Fue, de hecho, la única ocasión en toda la contienda en la que el conjunto entrenado por Carlos Rodríguez encontró la portería del Gala con algún peligro, y eso que los roceños dispusieron del viento a su favor en los primeros cuarenta y cinco minutos. No obstante, más allá de saques de banda largos de Gonzalo Expósito y de los córners botados por Cano e Ivo Carosini, poca amenaza existió sobre el arco local.

Al Galapagar le costaba superar la línea divisoria, era previsible. Sin embargo, en una de las pocas veces que lo logró, el balón terminó en el fondo de la meta defendida por Carlos Morales. Carlos Daniel sacó un centro potente al que Carlos Morales metió la manopla y el rechace quedó muerto en el área para Carri, que inauguró el marcador con una dosis de fortuna. Su remate, carente de demasiada potencia, parecía ir a los dominios del cancerbero, pero Ivi desvió la trayectoria del mismo y certificó el 1-0 del Gala.

Los roceños acusaron el golpe, ya que no volvieron a inquietar a Sergio. Prácticamente, tampoco en la segunda parte, a excepción de un tiro de Andrés García que salió rozando el poste, aunque ya en el minuto 85. El mediocentro fue el jugador lanzado por su técnico al regreso de los vestuarios, en detrimento de Hugo Solozábal, amonestado y que se jugó la segunda amarilla en una caída dentro del área tras notar un leve contacto (si es que lo hubo) de Christian. Hubo alguna tímida reclamación local para que Patiño Álvarez le mostrara otra tarjeta.

Si a Las Rozas le costó generar peligro en el primer periodo pese a vivir la mayor parte del tiempo en terreno adversario, en el segundo, su principal dificultad radicó en tener el esférico más allá del centro del campo. Casi siempre por culpa del viento, que lo frenaba o, directamente, lo impulsaba fuera. Pero, también, por los pocos duelos divididos ganados.

Carlos Rodríguez volvió a mover ficha en torno a la hora de partido. Colocó a dos jugadores de ataque y uno de los sacrificados fue un central, Ivi. Expósito pasó al eje de la defensa y Siño bajó al lateral. Un doble cambio cuyo efecto, en todo caso, se pudo percibir tras el 2-0, porque, casi a continuación, el Galapagar aprovechó una falta mal ejecutada por su rival para armar un contraataque perfectamente resuelto por Cuadri. El ex del Sanse “B” recibió de Kike Falcón y golpeó con la pierna izquierda junto al poste de Morales. Tiro inapelable y una ventaja de dos goles que parecía irrecuperable para los azules.

Y así fue. Incluso, pudo llegar el 3-0 en un córner muy cerrado de Febre cuya segunda jugada mandó Rubén Darío por encima. El triunfo acabó por ser más o menos cómodo para un Galapagar que no vencía desde el 15 de enero. Una importante inyección de moral antes de visitar al equipo más en forma de la competición: el RSC. En peor momento se halla Las Rozas, que no ha sumado cualquier punto en los tres últimos encuentros.