GALAPAGAR 1-1 F. PROMESAS | Polémico emapte

Y eso que lo visto en la primera parte, no evidenciaba nada que el partido llegara a tal nivel de bronca y polémica. Un encuentro relativamente limpio, aseado, con buenas dosis de juego, alternancia en la posesión del balón, y donde los equipos no fueron excesivamente cautos en ataque. Precisamente por eso, un pase interior desde la defensa de Rubén Darío, lo aprovecha Carrillo para conducir el balón y sacarse un disparo ante el que poco pudo hacer Quintela. Corría el minuto 27 y los arlequinados ya comandaban el marcador con 1-0. Los visitantes apretaron un poco más su juego de ataque y su presión ante la salida del rival, y poco a poco fueron metiendo más dudas a la zaga local, que sufrió por momentos en los minutos previos al descanso. No obstante, el conjunto de Jaime Juanas dispuso de la mejor ocasión, minutos antes de llegar al mismo, con una apertura de Carrillo para Cristian, que sacó un centro ante el que Kosty no pudo llegar al remate. Fue, además, unos primeros 45 minutos bastante limpios, sin ni siquiera tarjetas.

En la segunda parte, el partido poco a poco fue poniéndose más bronco. Bien porque los equipos fueron cada vez empleándose con más dureza en el juego, o bien porque desde la grada se empezaban a cuestionar todas y cada una de las decisiones del colegiado Sánchez Moraga. El Galapagar trataba de controlar poco a poco el ímpetu de su rival en conseguir el empate, mientras el Fuenla Promesas no escatimaba en esfuerzos, y variedad de jugadas de ataque, por conseguir el empate. Pronto llegaron los cambios en uno y otro bando, sin modificar ni un solo ápice el guión que llevaba el encuentro hasta ese momento, con el conjunto local intentando asegurar cada acción que tengía con balón, resguardándose cuando no lo tenía, y los visitantes asediando por todos los flancos posibles el área de Sergio. Había subido de revoluciones el encuentro, que terminaron por estallar en el minuto 80: Serrano parece derribar a Iñaki dentro del área, ante lo que el colegiado decreta la pena máxima, en una acción muy protestada por los de Galapagar; al lanzamiento Iker no fallaba y ponía el empate en el marcador.

A partir de ahí, el partido ganó en demasiadas disputas, broncas, y protestas hacia el colegiado, especialmente por parte del conjunto de Jaime Juanas, quienes mostraban su enfado por verse perjudicados con la decisión del penalti. Aún así, el partido regaló muy buenos momentos, en los que cada uno de los equipos no regaló nada para tomar delantera en el electrónico, aunque los esfuerzos de ambos resultaron estériles. Un punto para cada equipo, no exento de polémica, que no sirve en exceso para sus objetivos particulares.