CARABANCHEL 3-2 F. PROMESAS | La Cruz de Santiago se impuso a un equipo candidato a ascenso

Orgullo y pundonor del Real Carabanchel, ya liberado de los grilletes de la presión por mantener la categoría, para vencer al Fuenlabrada Promesas en un partido vibrante que tuvo como colofón el gol de Goal en el descuento como respuesta al gol del empate del equipo visitante. Un Fuenlabrada Promesas que tras once partidos sin perder, se lleva una derrota un tanto inesperada y que le hace perder la condición de segundo clasificado del grupo de Madrid de la Tercera RFEF, en beneficio de Las Rozas que si superó al Galapagar

En los primeros minutos de partido el guión estaba escrito para que el filial del Fuenlabrada llevase el ritmo del partido y acelerase cuando quisiese para poner en apuros a un Real Carabanchel sin nada en juego. Aunque los visitantes poseían la pelota, no dominaban el duelo, como si estuvieran esperando a que se desequilibrase por inercia. Sin embargo, el equipo local respondía al juego del Fuenlabrada Promesas ligero como una pluma, de piernas y de cabeza, y apoyado por una afición incondicional.

Tras amagar con saltar al contraataque, al Fuenlabrada Promesas se le rompieron los esquemas.

Corría el minuto diecinueve de juego cuando Viti en un saque de esquina de seda ponía la pelota en la cabeza de Abraham que como un martillo aporreaba la puerta del equipo visitante, 1-0. El gol supuso un contratiempo para un Fuenlabrada Promesas que perseguía ganar su partido para alcanzar la segunda plaza clasificatoria. Los visitantes sumergidos en el shock, no encontraban soluciones al mismo tiempo que el “Cara” jugaba con una sonrisa de oreja a oreja. Roberto y Álvaro en la banda izquierda se entendían con la mirada para ser una tuneladora de la defensa visitante.

La peor noticia, la lesión de Raúl Pérez que tuvo que dejar su lugar a Edu Rio que no necesito tiempo de aclimatación, su primera carrera fue fallida para atrapar un contraataque, pero su segundo esprint fue para cazar un gol. A los treinta y tres minutos, Steven recibió de espaldas un balón en el vértice del área y lo protegió asta llegar a la línea de fondo para asistir a Edu Rio que llegó como una exhalación para empujar el balón a gol, 2-0.

En el descanso, parece que al Fuenlabrada Promesas le sonó el despertador en el vestuario de “La Mina”. Salió al terreno de juego con otro brío, Pablo Merino en el centro del campo aporto dinamismo y se encendieron los motores de Guerrero, Kevin Manzano y Dago. A los diez minutos, Molina, portero del Real Carabanchel, tuvo que sacar su mano derecha para evitar el gol de Merino, pero nada puedo hace en el minuto setenta y uno cuando en un ataque fugaz, Dago, perseguido por Juancar, se recorrió cuarenta metros conduciendo el balón para llegar frente al portero y recortar distancias, 2-1.

El gol sentó mal a la autoestima del equipo local que fue diluyéndose y apareciendo los fantasmas de una temporada marcada por le miedo a perder. Cuando piensa que algo malo puede ocurrir, a veces terminas llamándolo. Así fue como la defensa del “Cara” dudando si despejar o jugar en corto para sacar el balón jugado dese su propio campo concedía a Sopale la oportunidad de robar su cartera y entregar el gol a Kevin Manzano, 2-2 a traes minutos de cumplir el tempo reglamentario.

Cuando ya parecía que el partido había cumplido con su misión de entretener y ambos equipos se iban a marchar con un punto en el casillero, apareció otro imprevisto. Un saque de esquina, otra vez defendido con ausencia de contundencia por la defensa del Fuenlabrada Promesas, el balón tras tocar en alguien cambió su trayectoria y aterrizó en Goal que con un remate a la limón entre una tijera y “haz lo que puedas” conseguía el gol de la victoria, celebrado con euforia por la afición local y por los jugadores del “Cara”. Después de once partidos sin perder, el Fuenlabrada Promesas dejaba escapar un triunfo para luchar por el privilegio de disputar la primera Fase de ascenso a Segunda RFEF con la condición de local como ventaja, ahora deberá esperar al pinchazo de Las Rozas.