CARABANCHEL 1-2 GETAFE B | Un ángel tiñe el partido de color azul

el “Cara” se frota los ojos, no se puede creer que siempre le salga cruz en sus partidos. En el primer tiempo, el penúltimo clasificado y el quinto en la tabla competían de tú a tú. Los locales, por medio de Goal, no perdonaron al llegar área del filial azulón. Sin embargo, Iván Ruiz, míster del Getafe B, pegó un golpe de timón y sacó del banquillo a la caballería. Ángel Algobia, ayer en Mendizarroza convocado con el primer equipo, hoy en La Mina, recuperó la batuta del centro del campo y puso orden y concierto; primero anotando un gol de certero tiro raso desde fuera del área que desviaba lo suficiente Juanan para despistar al portero y, más tarde, a cinco minutos del final, Pablo culminaría la remontada empujando un centro desde la banda izquierda. Primera victoria como visitante para el Getafe “B”, octavo partido sin ganar para el Carabanchel.

El Getafe “B”, se presentaba en “La Mina” como el equipo más en forma de la categoría – subido a una racha de cinco partidos sin perder –. Durante los primeros compases, el Carabanchel mantenía sus líneas juntas, con defensa de cinco y dos puntas para perseguir los balones lanzados como si saliesen de una catapulta pero el filial del Getafe no tardó en amenazar el área local. Diego López rompía la defensa en carrera, pero su tiro salía desviado del palo izquierdo de Adrián Pérez.

En el toma y daca, saltó la sorpresa. Bien asentado el “Cara” encontró el momento de cambiar el ritmo de juego. Un ataque relámpago dirigido hacia De La Cruz que se encontró una autopista por la banda derecha para asistir de centro raso al área, ahí Goal no falla si le das ventaja y los centrales le permitieron anticiparse y con la punterita adelantaba a su equipo, 1-0. Con resultado a favor, los locales no dejaron que ocurriese mucho más, al menos que no hubiese vértigo, mientras en el Getafe “B” se echaba en falta socios para su juego de ataque aunque no les faltase movilidad.

Iba comenzar la segunda parte y no paraban de salir en el cartelón números. Indicaban tres cambios en el equipo visitante. Uno por línea; en la defensa Álvaro López, en el medio campo Ángel Algobia y en ataque Rafa Camacho. Iván Ruiz no perdió el tiempo y agitó la coctelera. Dos minutos después de reanudarse el partido, ya campeaba el 1-1 en el marcador. Un saque de esquina lanzado en corto, llegaba a los pies de Ángel Algobia que de tiro preciso desde fuerza del área batía a Adrián Pérez, después de desviarlo Juanan lo suficiente para hacerlo más difícil de parar.

Más allá del gol del empate, con Ángel Algobia en el campo, el Getafe B respiraba tranquilo. El capitán daba criterio al juego de ataque y vigilaba los contraataques del Carabanchel. Según pasaban los minutos, sobre todo en la efervescencia del gol del empate, el filial azulón martilleaba el área local. Primero, Rossi erraba a quemarropa, luego a Diego López se le escapó el gol a pase de Camacho y más tarde Pablo con un pase largo de gran calidad dejó sólo a Jorge Delgado, pero su tiro se marcharía excesivamente cruzado.

Pasados los veinte minutos de sufrimiento, el Carabanchel parecía salir de la espiral a través del juego directo. Balones largos a Steven que con su talla peinaba para que Goal terminase las jugadas. El partido estaba sobre el alambre, el filial con su juego coral y el Carabanchel con su fútbol de percusión. Goal pudo cambiar la partitura del partido, cuando asistido por Steven enganchó una preciosa volea que sorprendía a Nikolov pero que impactaba en el poste.

Al final el fútbol, pertenece al mundo de lo inexplicable, cuando estas en racha la suerte cae de tu lado; y cuando no la tienes, te golpean con fuerza. El Getafe “B” aprovecho su estado de forma y a cinco minutos del final, Camacho, que no había parado de ir al abordaje por la banda izquierda, puso un centro raso al área que nadie interrumpía y terminó rematando su compañero Pablo para dar a su equipo su primer triunfo fuera de casa, 1-2. Demostrada la igualdad presente en la Tercera División, tan antiguo como el fútbol; la eficacia en las áreas sigue decantando partidos entre los primeros y los últimos de la tabla.