BERGANTIÑOS 2-1 MÓSTOLES | Dolorosa derrota en el minuto 92

Pocos méritos acumuló para ganar el Bergantiños, que anotó el tanto de la victoria en el minuto 92 en su primer y único tiro en toda la segunda parte. Entonces, el Móstoles, con cuatro centrales y tres laterales sobre el césped de As Eiroas, fue incapaz de aguantar el empate, un resultado con el que pareció conformarse Víctor González a la vista de los cambios introducidos. Los azulones se vuelven de vacío pese a haber controlado por completo la segunda mitad.

Apenas tres disparos del conjunto gallego cogieron la portería salvaguardada por Tejero en el encuentro: dos antes del descanso (un cabezazo de Cano con todo para marcar y el gol de Agulló) y la mencionada diana de la remontada, obra de Álex Boedo, en las postrimerías. Porque los madrileños fueron los que se adelantaron en el marcador en una jugada confusa. Un córner muy cerrado de Chupe en el que quizá hubo falta de Álvaro Sánchez sobre el meta Santi Canedo y que acabó introduciéndose el argentino Chapu Brunet en su propia portería en el intento de despeje.

Poco había sucedido hasta entonces y poco ocurrió a posteriori, con un Móstoles que renunció a la pelota y que dejó que el Bergantiños llevara la iniciativa, aunque sin peligro. El equipo de Carballo tocaba con comodidad hasta pisar campo contrario, donde la presión mostoleña fue efectiva. Así pues, la única manera en la que el Móstoles podía sufrir era en acciones de estrategia. Unos libres laterales que se fueron acumulando con el paso de los minutos y, de hecho, uno supuso el 1-1. El envío de Yelco encontró la cabeza del central Pablo Agulló, que devolvía las tablas al electrónico.

El conjunto dirigido por José Luis Lemos continuó con más balón hasta el descanso, momento en el que los visitantes cambiaron el chip. Ya se vio al Móstoles con otra actitud en los compases iniciales del segundo tiempo, algo que se refrendó en los minutos posteriores y prácticamente durante la totalidad del segundo periodo.

De la banda derecha llegaban las mejores acciones de los azulones, con Álvaro Portilla buscando asistir o anotar. Un centro suyo lo peinó fuera Irizo y otro, más cerrado, lo mandó a córner Santi Canedo ante la presencia de Álvaro Sánchez. Junto a la hora de partido, los gallegos reclamaron penalti sobre Escobar, que pareció simular una infracción, algo que, quizá, le pudo costar la segunda amonestación. Fue su última intervención sobre el verde, porque el técnico local lo retiró de inmediato en un doble cambio.

Víctor González, por su parte, no modificó hasta el minuto 73 en una clara muestra de que le gustaba lo que estaba viendo. Sin embargo, el 1-1 permanecía en el marcador, pese a otra buena oportunidad de Portilla con su pierna derecha. Ledesma dispuso, también, de sendas opciones, una de ellas desde muy lejos y que se marchó aparentemente cerca de la escuadra de Canedo.

El entrenador mostoleño esperó al minuto 90 para agotar sus sustituciones. Lo hizo por partida triple y de una forma un tanto extraña, puesto que retiró, seguramente, a sus tres mejores hombres (Chupe, Portilla y Álvaro Sánchez) para dar entrada a dos defensas y un delantero. Da la sensación de que sus propios jugadores se descolocaron y eso costó el 2-1 tras una conducción de Lamelas, el centro de Blas Alonso y la definición de primeras de Boedo. Un auténtico jarro de agua fría del que el Móstoles ya no se repuso y que le cuesta su tercera derrota en tres partidos a domicilio, la segunda en tierras gallegas.