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E

l Atlético B sacó un meritorio empate agridulce. Dulce porque es un campo donde resulta muy complicado puntuar, porque las (muchas) bajas por convocatoria con el primer equipo fueron notables y agrio también porque los dos puntos se escaparon en los instantes finales. Ciertamente el empate no es injusto porque el Atleti fue mejor en la primera mitad, el Baleares en la segunda. Los detalles, los malditos detalles, esta vez le dieron la espalda al filial que pudo poner tierra por medio en la primera mitad y vio como en el tramo final (con uno menos por lesión) le cazaron en una jugada de transición que no supo parar la bisoñez de los de Nacho.

Acaso porque el guión lo exige fueron los isleños los que salieron a tomar la iniciativa. Ya hemos dicho que este filial se siente cómodo en varios registros; el de conceder la posesión para lanzar la contra no es ajeno porque su velocidad en la transición la conocen de sobra sus rivales. Quizá por eso el Baleares tuvo la pelota y la precaución para no perderla en zonas de peligro. Eso evitó que en los primeros veinte minutos nos pudiéramos echar a la boca ocasiones claras de gol. Salvo una buena llegada de Nando, poco antes del 0-1, que no supieron resolver los colchoneros.

Que el plan pergreñado por el técnico balear era “correcto” lo demostró Nando con un gol magnífico tras una buena jugada a la contra del Atleti, el extremo llegó hasta la frontal con velocidad y de sútil toque abajo hizo el 0-1. Un gran gol. El premio a un filial que estaba siendo mejor, que tenía las ideas más claras y a Valens de espectador privilegiado. Debieron los atléticos aprovechar su mejor disposición para buscar el segundo: teoría. No se dejó el Baleares: práctica. En esa experiencia de los isleños para limitar daños estuvo la primera piedra de su empate posterior. En eso, y en los cambios tras el descanso.

Los mallorquines salieron del vestuario con otra disposición. Un madrileño, mecachis, Dani Pichín se puso manos a la obra para buscarle las cosquillas a los rojiblancos. Suya fue la mejor ocasión de los locales que se le escapó por poco. El duelo tenía otro color. Supo el Atleti agarrarse al partido para no verse arrollado por esa salida casi en tromba. Sufrió, va en el ADN colchonero, para sobrevivir a un equipo, no lo olvidemos, diseñado para el ascenso, de “muchos billetes” y con buenos futbolistas.

Con el paso de los minutos los isleños subieron las apuestas en busca del empate y exponiéndose a la contra del filial. El problema es que los de Nacho estaban cada vez más lejos del área rival, cada vez más atrapados en la presión local y se defendían muy cerca de Valens. Mérito balear, no le busquen tres pies al gato, que apretaba y apretaba exigiendo a la defensa rojiblanca que supo capear el temporal hasta que Vinicius (menuda ironía) acertaba a poner el pie a un envío de Baselga. Sabe mal que el borde del pitido final te marquen un gol que te priva de la victoria pero el filial debería hacer una lectura más amplia. Aguantó a un gran equipo, con muchísimas bajas y no perdió nunca, nunca, la cara a un partido muy complicado. En la formación de estos chicos eso vale mucho más que un resultado.

ATLÉTICO BALEARES Juan Carlos; Ferrone (Acosta 94´), Olaortua, Orfila, Peris; Alfonso (Armando 68´), Kako Sanz (Barrera 46´), Fito Miranda (Baselga 46´), Dani Pichín; David Haro y Vinicius Tanque.
ATLÉTICO B
Valens; Corral, Mariano (A), Rojas, Medrano; Nando (Perea 33´), Toni Moya, Calavera, Castro; Abde (Forcén 64´) y Borja Garcés (A) (Tenas 64´).
GOLES 0-1 Nando (24´), 1-1 Vinicius Junior (89´)
ÁRBITRO Vicente Moral, colegio castellano-leonés.
INCIDENCIAS Estadio Balear, unos 1.000 espectadores.
Los Importantes 2020/2021
ATLÉTICO B
3. Mariano
2. Nando
1. Medrano
E: Nacho Fernández 2
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