ADARVE 2-2 GUADALAJARA | Esta vez no valió con un gran arranque

Sabor amargo del Adarve en su estreno en casa esta temporada. Aunque el equipo de Mario Escolante no pudo empezar mejor el partido, con un 2-0 a los trece minutos, se tuvo que conformar con un punto, al lograr empatar el Deportivo Guadalajara a cuatro minutos para el final del tiempo reglamentario.

Las señas de identidad de este nuevo Unión Adarve son las del Adarve de toda la vida. Intensidad, pelea, una presión asfixiante al rival, y el 4-4-2 de toda la vida. Todo desde el saque inicial, como ocurrió el pasado sábado en el Nuevo Vivero, y como volvió a ocurrir a los pies de las cinco torres.

En apenas cuatro minutos, los que van del nueve al trece, los lobos sentenciaron el partido. También con las armas de toda la vida. El primero fue obra de Fer Harta, tras un pelotazo largo del meta Adrián Fernández, ganándole la partida Álvaro Sánchez a la zaga morada, aprovechándose de dos botes del balón. El ex del Aravaca le filtró el balón a su compañero de delantera, que batío con un disparo alto al portero. Cuatro minutos después, tras un córner, Meseguer hizo el segundo, rematando en solitario en el segundo palo, tras peinarlo Iván Sánchez. Antes, en la jugada que propició ese córner, Adrián Jiménez obligó a Álex Herrero a meter una gran mano arriba para evitar el tanto.

Dos goles por debajo en el marcador, se esperaba la reacción del equipo alcarreño, que no llegó. Aunque tenía más el balón el equipo castellano, los rojinegros no les dejaban avanzar con él, por lo que apenas se acercaban al área. Aunque eso sí, en el tramo final del primer acto, los de Ónega obligaron a Adrián Fernández a hacer dos buenas paradas a Sergi Segura y Cruz para evitar el 2-1 antes del descanso.

Tras el paso por vestuarios, los lobos tuvieron opciones para hacer el tercero por mediación de Fer Harta y de Iván Sánchez. Sin embargo, esta vez perdonaron los de Mario Escolante, y lo acabaron pagando. Esta vez sí, el Deportivo Guadalajara reaccionó, y tras rozar el gol en dos ocasiones, a la tercera fue la vencida para el equipo forastero. Corría el once de la segunda mitad, cuando Iván Riveiro hizo el 2-1 tras una jugada personal por la banda diestra, batiendo a Adrián Fernández con un disparo cruzado a media altura.

El tanto dio alas al equipo alcarreño, que comenzó a volcarse en torno al área rojinegro. Le tocaba sufrir al equipo de Mario Escolante, también como toda la vida, y se veía obligado a salir de su área solo a base de contragolpes, debido al total dominio del Deportivo Guadalajara. Tal era el dominio del equipo visitante, que Mario Escolante se vio obligado a retirar a sus dos laterales, al estar los dos amonestados, y evitar riesgos, al cargar constantemente el equipo morado.

Sufrían los lobos, que, se vieron obligados a tirar del otro fútbol, para frenar las acometidas moradas, logrando bajar el alto ritmo que habían logrado imponer los de Gonzalo Ónega. Se defendía con uñas y dientes el equipo del Barrio del Pilar, que hasta estrelló un balón en la madera por mediación de Álvaro Sánchez. Pero todo apuntaba a que le iba a volver a salir bien la jugada al equipo rojinegro, hasta que, a cuatro para el final, el equipo alcarreño logró empatar el partido. Tras una jugada por banda diestra de Gerar, Morcillo remató dentro del área. Y aunque Juanma despejó, el balón le volvió a caer al canterano morado, que, a la segunda, si logró fusilar a Adrián Fernández, que llegó a tocar el balón, aunque sin la contundencia suficiente para evitar el tanto.

Quedaban cuatro minutos, más los seis de prolongación, y el partido se convirtió en un correcalles. Aunque atacaba más el Deportivo Guadalajara, daba la sensación de que cualquiera podía volver a marcar, y, con ello, llevarse el gato al agua. Y como esto no ocurrió, porque no se vieron ocasiones verdaderamente claras, se tuvieron que conformar los dos equipos con un punto, que dejó un sabor amargo en el Barrio del Pilar, al desaprovechar una ventaja de dos goles.